Resumen y Curiosidades de Shadows Rising

Shadows Rising es una novela escrita por Madeleine Roux que tiene lugar tras los sucesos establecidos en Battle for Azeroth, y que conectan con la expansión Shadowlands. Se centra en varios personajes de la Alianza y la Horda así como en Sylvanas Brisaveloz principalmente.

Esta publicación se estará actualizando a medida que vaya terminando de leer cada capitulo.

Prologue: Westfall Chapter

Resumen: Anduin y Mathias Shaw discuten mientras caminan en Páramos de Poniente sobre su capacidad de tomar decisiones y gobernar de forma apropiada y justa, diferenciando entre el y su padre Varyan, donde Shaw señala que el y todos no son Reyes fáciles de servir, pero que hay satisfacción en el desafío de hacerlo.

La intensa charla y dudas de Anduin con Mathias se debe a que Tyrande y Malfurión habían huido a Nordrassil, y todas sus misivas no fueron leídas. Un mensajero había regresado esa mañana con su carta sin abrir. El hombre parecía conmocionado, más aún cuando Anduin le dijo firmemente que se fuera, que volviera a Nordrassil e intentara de nuevo. No importa cuánto Anduin haya intentado consolarse de que la brecha entre humanos y elfos de la noche podría ser superada, su mera existencia lo consternó.

Ademas, en unas de las granjas, mientras intentan ayudar a un borracho, le hace recordar lo sucedido en el final del Libro de Antes de la Tormenta en el evento de Convivencia entre los parientes Humanos-Renegados de Ventormenta y Lordaeron en las Tierras Altas de Arathi.

Anduin otorgó una misión a Alleria Brisaveloz de rastrear y traer a su hermana Sylvanas Brisaveloz ante la justicia de la Alianza. El Joven rey empieza a dudar de la capacidad de rastreo y cumplimiento de la misión de Alleria cuando escucha su reporte en Páramos de Poniente, y creé que se rehúsa a cumplirla por su parentesco.

Para Anduin, la petición le parecía absurda; todavía lo hizo. La sangre era sangre, por supuesto, y tenían todo el derecho de creer en la destreza de su hermana. ¿Por qué no dejar que su amenaza más apremiante luche contra otra amenaza más apremiante? Pero Anduin se había negado. Su poder no estaba en cuestión, pero ahora … Tal vez ella estaba escondiendo algo. Tal vez el brillo frío de sus ojos ocultaba más que solo los misterios ilimitados del Vacío. ¿Cómo podía estar seguro de la lealtad de Alleria? ¿Era un riesgo, un riesgo tonto e imprudente mantenerla a su lado?

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (p. 11). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

Curiosidades:

“Sabes, cuando era muy joven y aprendía a montar, mi padre me llevó a los establos y me dio mi primer pony. Moteado. Amable. Trece manos. Le pregunté a mi padre por qué los caballos se midieron en las manos. Anduin sonrió vagamente ante el recuerdo lejano.»

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (p. 5). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

One: Orgrimmar

Resumen: Los líderes de cada raza y pueblo de la Horda están reunidos para dar atención a cada uno de los problemas después de haber formado el Consejo de la Horda por el Armisticio de la Cuarta Guerra, enfocándose en los ojos de Thrall. En dicha reunión reciben un reporte de avistamiento y captura de dos espías forestales oscuros sobre las crestas de los Baldíos del Norte. Los espías se habían tragado una mezcla horrible y murieron antes de que pudieran ser interrogados, pero aún así, ya no se les permitiría ser los ojos de la Dama Oscura en Durotar. Hacen referencia a la presencia de cada uno de los miembros líderes, como Lor’themar, ahora la Reina Talanji, Thrall, Gazlowe, Lilian Voss, Thalyssra, Rokhan.

Se discute la necesidad de que los renegados puedan regresar a Claros de Tirisfal o alrededores, ya que Orgrimmar y cercanías es demasiado caliente. Ellos prefieren estar en las sombras / oscuridad y la humedad. Incluso cree en la necesidad de el transcurso del tiempo de reclamar las ruinas de Lordaeron como su casa y restaurar dicho lugar.

Talanji está molesta por el simple hecho de que Derek Proudmoore quien ahora es un renegado, forme parte de la Horda así como Calia Menethil. Pero Lilian Voss le deja muy en claro ahora es uno de ellos y forma parte de su grupo y de la Horda.

Talanji deja en claro su inconformidad con la Horda, ya que no pudieron detener el ataque contra Zandalar, un fracaso que tomó con calma, creyendo que cuando se hubieran recuperado, podrían llevar la lucha a la Alianza, contra los Proudmoores, y exclamando que la paz con la Alianza significa que los Zandalari nunca podrán vengarse, ya que no recibirán ayuda por parte de la Horda en su búsqueda de justicia por el asedio de Zuldazar donde resultó la muerte del Rey Rastakhan.

La discusión se acaloró cuando Lilian le dice a Talanji que la justicia de Zandalari no es la única justicia que importa, los Renegados han sido arrojados a un lado, escupidos e ignorados durante el tiempo suficiente. Derek es Renegado y los Renegados son la Horda. Donde Talanji también cuestiona que si los Zandalari no son Horda también, en donde estaba la respuesta de la Horda, el apoyo a su gente y cuando reconocerían sus heridas.

Lor’themar y Thalyssra dejan en claro que esa venganza de los zandalari tendría que esperar porque pone en peligro el armisticio de guerra, sus recursos están escasos, y buscan diplomacia. El Consejo se divide en dos grupo de opinión.

A Pro de romper el armisticio: Talanji, Rokhan, Geya’rah y los Mag’har vs Lilian, Thrall, Baine, Lor’themar y Thalyssra

Zekhan trae a Thrall un emisario del Anillo de la Tierra llamado Yukha, quien le dice que los espíritus están en desorden. A quienes solían comunicarse pacíficamente con sus antepasados, ahora los encuentran enojados y vengativos. Arremeten contra de ellos y niegan su sabiduría. Algo terriblemente mal está pasando. Trall, le dice que tomará cartas en el asunto en la siguiente reunión.

Curiosidades:

  • Se menciona el ahora liderazgo de Gazlowe. Sin embargo, al parecer no tiene voz ni voto.
  • Kiro es como el mayordomo del Consejo, muy servicial. Sin embargo, al parecer no tiene voz ni voto.
  • No se menciona si se encuentra Mayla y Ji Firepaw.
  • Thrall hace referencia al cinemático de su encuentro con Jaina en Mulgore:

Parpadeó hacia el brillo exterior, protegiéndose los ojos, recordando un momento no hace mucho tiempo cuando estaba de pie con los mismos olores que lo rodeaban, muy por encima del valle recogido de Mulgore, encaramado en los acantilados de Cima de Trueno. Jaina Proudmoore, la némesis de Talanji, había estado a su lado, asegurándole que una alianza frágil entre ellos valía la sangre y la lucha que seguramente costaría.

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (p. 20). Random House Publishing Group. Edición de Kindle

Chapter Two: Nazmir

Apari es una bruja Zandalari y el líder de la Mordedura de la Viuda, una facción de rebeldes de Zandalari que se opone al gobierno de la Reina Talanji. Tiene el pelo blanco, camina con una notable cojera, y siempre está acompañada por su teniente y guardaespaldas Tayo, así como por Daz, un bulbo de sangre de mascota que lleva en el hombro a raíz de la Cuarta Guerra. Después de recibir una grave lesión en la pierna, Apari habia intentado todo para aliviar el dolor, la hinchazón y luego el olor infectado. Nada funcionó.

Tayo había sido un fiel amiga y teniente desde el intento de golpe de Yazma. Su familia había simpatizado con las ideas de la maestra espía, y posteriormente desterrada por Talanji, amenazada de ejecución si regresaban.

Al parecer Apari tiene conocimientos de alquimia. Conoce las hierbas buenas y malas, sus cataplasmas y polvos. Ella está preparando algo para acabar con la vida de Talanji, ya que menciona que no será una manera gentil de pasar a el Otro Lado. Sin embargo, Tayo menciona que se lo merece.

En las aldeas de la jungla de Zuldazar, la maleza estaba en todas partes, y los curanderos la usaban como purga cada vez que un niño tragaba algo venenoso. La cantidad adecuada ayudó, pero cuando se secó, se pulverizó y se mezcló con la raíz del capullo de río, la maleza se volvió letal. Esta estructura de veneno es la que será utilizada mas adelante contra Talanji.

A ojos de Apari, Talanji es un símbolo de todo lo que corrompe el imperio Zandalari, su reinado no es más que una mancha en su antiguo y poderoso legado. Solo deseaba poder estar allí para ver a la reina traidora arañarse la garganta con desesperación infructuosa.

Apari se ha aliado con el Jinete Pálido, a quien conocemos como Nathanos Blightcaller.

– PRIMER INTERMEDIO –

Zekhan nos narra indirectamente lo que sucede en Orgrimmar con el Consejo de la Horda recién formado, quienes festejan una reunión y posteriormente, llegó la diversión lleno de tambores, bailarines y animadores. Mientras todos los invitados y espectadores observan el espectáculo juntos, Talanji y su contingente Zandalari estaban separados. Zekah no estaba exactamente sorprendido por lo que sucedió en la reunión anterior descrita en el capitulo Uno sobre tomar acciones contra la alianza en en venganza por los Zandalari.

Si bien el Consejo de la Horda la había acogido a ella y a su gente calurosamente, su respuesta hasta el momento no había sido más que fría. Zekhan la había vigilado de cerca, intrigado y, ciertamente, un poco enamorado de la bella reina. Tenía los colmillos más delicados y ojos azules llamativos… pero ella también, claramente tenía mal genio.

Zekhan se topa con el zandalari que planea asesinar a la Reina Talanji mientras se encuentra en el festejo. En dicha situación Zekhan choca con el sirviente el cual traía una copa que cayó al suelo, salpicando vino sobre los pies de Zekhan y el dobladillo del vestido de Talanji. Mientras todo seguía su curso, Zekhan empezó a poner atención a los detalles y lo sucedido mientras todos ignoraban. La mancha fea en el dobladillo de la reina era azul violáceo y se volvía negra. Además, el charco dejado en la tierra olía claramente a muerte.

Zhekan torpemente notó que al haciéndole tirar una copa vino del sirviente en realidad era un te de hierbas la cual contenía el veneno preparado con retchweed por Apari. El sirviente zandalari empezó a flaquear cuando se le cuestionó lo que era y lo que contenía. Cuando ya no pudo ocultarlo, un hacha arrojada voló directamente sobre el hombro de Zekhan a la dirección de la Reina, sacó una daga y se lanzó hacia la Reina Talanji pero fracasa mientras Thrall y Zekhan la protegen.

Mientras Thrall toma al zandalari traidor del cuello e intenta interrogarlo a fin de conocer quien lo envió para actuar de esa manera. El aprendido solo fue capaz de decir «Ella… sabrá nuestra… mordida» mientras se cortaba el estomago con su propia daga. Cuando Thrall cuestiona a Talanji sobre someter a interrogatorio a todo su personal, se molesta y se vá, pues no se siente segura ni en la Ciudad ni con el Consejo, retirándose a Zandalar.

Rokhan felicita a Zekhan, pero este no se sentía como un héroe, si no empezó a tener mal augurio por los antecedentes de reuniones pasadas con Talanji y su perspectiva de la alianza con la Horda.

Curiosidades:

  • Apari le dice a Nathanos que están en constante movimiento en todo Nazmir a fin de que no sean encontrados por los guardias del Imperio Zandalari y las Ruinas de Zul’jan.
  • Apari es la hija de la Sacerdotisa Yazma, quien traicionó su loa Shadra, la Reina del veneno. Ella jura vengarse por lo que le sucedió:

«Una promesa», reiteró Apari, respondiendo a la pregunta silenciosa del muerto. «Un voto a mi madre que bebió el veneno de Shadra, y a todos los Zandalar que merecen algo mejor que una corona y dioses que no se preocupan por ellos». Sacó de su bolsillo un tallo verde de retchweed y lo sostuvo en alto, retorciéndolo a la luz. «Shadra se ha ido. Yazma también se fue, pero el veneno perdura. Veneno en mi corazón», murmuró,» y pronto, veneno en las venas de la reina traidora».

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (p. 26). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.
  • La Primera Arcanista Thalyssra ha mantenido una relación cercana con Lor’themar desde el 8.3.5 en el juego a fin de que visite la ciudad de Suramar notando una atracción fuerte y bonita a la vez. La Primera Arcanista desea que pruebe los vinos de Suramar:

“No puedo esperar a que pruebes nuestra sangría de arcafruta, Lor’themar. Hemos organizado lo suficiente para que todos los de Orgrimmar puedan disfrutar.”

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (p. 29). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

Chapter Three: Dazar’alor

En este capitulo, Talanji tiene una conversación calurosa con Bwonsamdi.

Talanji llega a Zanzalar y mientras medita y observa el resplendor del imperio, la jungla, la ciudad dorada de sus antepasados desde el Gran Sello. En este momento, mientras su sirviente Zikii le ayuda a desvestir, y quitar su accesorios, Talanji empezó a sentirse serena e inocente, mientras notaba ahora, con mas atención lo que sucedía a su alrededor, en estado de alerta, por lo sucedido en Orgrimmar, haciendo retirar a Zikii y pensar en su padre, Rastakhan quien se habia ido, muerto, asesinado.

Talanji y su gente habían salido de Orgrimmar antes de que alguien pudiera convencerla de que se quedara, y aunque Talanji estaba agradecida de estar en casa, no podía escapar de la sensación de que abandonar la cumbre tan pronto era un error. Tal vez si ella hubiera permanecido y presionado su caso, el Consejo de la Horda le otorgaría reparaciones para la gente de Zandalar. Eso era todo lo que podía esperar de la Horda, porque su precioso armisticio significaba demasiado para ellos, y la justicia por el asesinato de Rastakhan tendría que encontrarse de otra manera.

Talanji invoca a Bwonsamdi. El Loa de la muerte «nota» la angustia de la reina, mientras que Talanji cuestiona por que no la ayudó ya que estuvo a punto de ser asesinada por uno de los suyos frente a todo el Consejo de la Horda.

Bwonsamdi se ríe diciendo que casi pudo tener su alma, a quien Talanji replica con mal humor para escuchar sus chistes. El Loa le pregunta si pensar en la muerte la hizo pensar en su mejor amigo del Otro Lado, mencionando halago. Sin embargo, Talanji, deja en claro que quiere hablar con su padre solicitando una audiencia, ya que el es el guardián de las almas, el señor de la muerte, seguramente debe saber dónde reside su alma.

La loa se echó a reír a carcajadas, él apareció por encima de ella, contorsionado, con la cara al revés mientras se encontraba casi cara a cara con ella diciéndole lo siguiente: «¿Qué soy yo? ¿Algún sirviente que haga lo que le pidas? ¿Crees que tengo a tu padre en mi bolsillo trasero? El espíritu de un rey no es nada, niña.»

Talanji reclamó al loa que todo es un poco para el, todo es un juego. La sonrisa de Bwonsamdi se desvaneció. Él la olió ruidosamente, resoplando como un cerdo diciéndole: “Apestas a muerte. Se acercó a ti, ¿no? Muy cerca. Tal vez quieras preguntarle a tu padre cómo es en el Otro Lado».

Mientras Talanji se niega a hacer tratos con Bwonsamdi y le ordena que traiga a ella el espíritu de su padre, El Loa de la Muerte le deja muy en claro sin juegos ni rodeos mientras se recarga en uno de los pilares dorados «No puedo hacer tal cosa, niña», «No me controlas», le recordó. «Y no te controlo».

Para finalizar este resumen después de esas lineas, Talanji conoce que fue salvada por Bwonsamdi al intervenir en el pequeño accidente entre Zekhan y el sirviente cuando tira la copa de veneno frente a ella. Diciéndole que no debería darle el crédito por la torpeza de un troll, todos quieren algo, como lo hace ahora, pero no vé lo que Loa hizo por ella.

Así que un trato indirecto se da entre los dos, por salvarle la vida, no puede hacer una audiencia con su padre, al menos que haga un trato. Al retirar y no conseguir lo que quieran y uno del otro, Bwonsamdi le dice: “Nuestro vínculo es fuerte, pequeña reina, pero eso no me hace tu sirviente. No invocaré el espíritu de tu padre. Me temo que estás sola esta noche».

Curiosidades:

  • Talanji menciona que la mitad de su gente la odia por rendirle cuentas a Bwonsamdi. Y piensa que como le sucedió a su padre, su reinado se vendrá abajo.
  • Talanji compara la relación de sus antepasados con otros loas, especialmente con Rezan, provocando enojo en el Loa de la Muerte.
  • Bwonsamdi es quien provoca el pequeño accidente del sirviente con la copa de vino al chocar con Zekhan:

Bwonsamdi sonrió, un brillo en sus ojos detrás del hueso en forma de máscara alrededor de sus órbitas. “Le di un pequeño empujón. Solo uno pequeño. Pero ninguna acción tomada por los poderosos es pequeña, ¿ves? Y ahora aprende lo que realmente significa ser poderoso. Todos siempre quieren algo de ti, siempre preguntando, solo como me estas preguntando ahora. Ese asesino quería tu muerte, pero yo no se la daría, y tampoco te daré a ti tu padre. A no ser que…»

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (p. 37). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

Chapter Four: Nazmir

Durante este capítulo, se narra la persecución de una patrulla zandalari a la que creen que tenían en su formación a druidas, contra Nathanos y su escuadrón de forestales oscuros en su mayoría elfos de la noche a través de Pterrordax proporcionado por los rebeldes zandalari de la Mordedura de la Viuda mientras su montura volaba rápido, metía y cerrar una mano sobre el bolsillo de su abrigo, asegurándose de que el vial todavía estaba allí, de que no se había caído al dosel de la jungla. Hasta este punto de la historia, no se sabe si el vial contiene añublo, parecido al que tuvimos y debíamos utilizar durante los acontecimientos de la liberación de Vetormenta o en su caso es un brebaje especial realizado por Apari para los planes de Nathanos.

Entre los seguidores de Nathanos se encuentra Sira Guardaluna, quien ahora es Renegada y seguidora de Sylvanas. Ella se queja sobre la alianza que sostienen con la Mordedura de la Viuda es un error total y se preocupa que descubran su localización y posteriormente su planes.

Entre los forestales oscuros, se encuentra Lelyias que se aventuró a hacer movimientos contra la patrulla zandalari acertando entre los hombros de los druidas zandalari que caian desde los aires mientras cambiaban de forma.

Se sabe y se hace notar que Sira Guardaluna toma las órdenes de Nathanos con resentimiento, nunca ha disfrutado recibir órdenes ladradas (a regañadientes). Las acciones y la toma de instrucciones de Nathanos en búsqueda de cumplir los deseos de su Reina Alma en Pena se debe al enojo y coraje que siente, la ira de todo, de el, de su diosa Elune en un mundo que la había dejado aislada en la oscuridad.

Nathanos se cuestiona si esa son razones suficientes para creer que si ella era realmente leal a Sylvanas, o si su lealtad era simplemente suicidarse, y su forma de distraer la mente, otorgando una catarsis embriagadora y fugaz.

A la orden de Nathanos de “sin sobrevivientes” los forestales oscuros se encargaron la patrulla zandalari a que su orgullo no les permitía rendirse después de haber visto la embarcación de Nathanos en la costa de Nazmir. A petición del Campeon de Sylvanas, desnudaron los cuerpos, recuperaron sus armas y los pusieron en el mar. Asegurándose de que no fueran encontrados.

El lema del comando de Nathanos es “Recuerden, Forestales: Nunca estuvimos aquí. Nunca estuvimos en Zandalar”.

Cuando se incorparon toda la tripulación en el barco a cargo de la Capitana Deliria, zarparon al norte. Alli Sira le dice a Nathanos que su alianza con Apari no es de fiar, y que sus reuniones deben ser alguna trampa. Clamañublo le dice que el odio de Apari contra Talanji y la Horda es real, que lo vé en su ojos y que sin la ayuda de ella no podrán avanzar.

Mientras Sira y Nathanos siguen discutiendo de su alianza con los zandalari traidores, Nathanos le deja en claro que su alianza se debe a que necesitan privacidad, clandestinidad, discreción. Sus aliados son una tormenta que les permite crear caos, ellos solo son un relámpago que golpea. De alguna forma, antes de llegar a Zandalar habían zarpado de Cementerio de Dragones.

Primer Intermedio – La Necrópolis –

En el barco, Sira sigue discutiendo con Nathanos que debería estar al lado de Sylvanas que en Zandalar, ya que no le interesa misiones discretas sino las sangrientas. Nathanos le dice ya molesto que la considera codiciosa al considerar que la muerte de un dios es insatisfactoria. Bwonsamdi es la última espina dolorosa del lado de Sylvanas, y es su trabajo arrancarlo: es poderoso e irritantemente leal a la Horda. No pueden conocer sus planes, pero podemos suponer que usará su conocimiento de la muerte contra Sylvanas y contra ellos. Bwonsamdi es una amenaza y sabe mucho. Una vez que esté muerto, los planes de la Dama Oscura estarían en movimiento, no habrá más dolor. Será libres de las crueldades del mundo. Dónde ella ha determinado que servirá mejor allí, y no es su lugar reflexionar sobre tales decisiones.

Aunque la discusión continua, Sira se preocupa tanto de que la Alianza y la Horda la están cazando. Pero Nathanos sigue confiado que no será así. Menciona que los líderes de la Alianza no confían entre ellos mismos, se encuentra fracturada su unión y la Horda, en estos momentos se encuentra incompetente, muchas voces con sus propios problemas, agendas, secretos y necesidades.

Visrynn, una forestal oscura kaldorei le informa a Nathanos que el plan de Apari había fallado y que la Reina Talanji ha regresado a su palacio esa noche y que podría haber estado lesionada por su intento de asesinato.

Nathanos le da órdenes a Visrynn que reúna a los forestales, que buscarán sus ojos (contactos) de la ciudad y esparcir los rumores de que la horda ha perdido la fe en la reina zandalari, a fin de causar duda, debate, pánico y caos, hacerle claro que nunca debió ponerse en contra de la Reina Alma en Pena.

Curiosidades:

Despues de tanta discusión entre Sira, Nathanos deja su acalorado humor y le llega el romanticismo en su mente:

Nathanos cerró los ojos, imaginando la nieve que soplaba en implacables derivas blancas y plateadas, un par de brillantes ojos carmesí perforando la tormenta. «No te fallaré», susurró.

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (pág. 46). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

Chapter Five: Orgrimmar

Zekhan es atacado por un severo interrogatorio de ciudadanos infantes y posibles estudiantes del shamanismo en Orgrimmar. Los niños querían conocer los detalles de lo acontecido en el intento de asesinato de la Reina Talanji. La tarde calurosa de Zekhan que lo hacía sudar como si estuviera en la jungla de las Islas del Eco, seguía bien hasta que aparece desde un portal, Lorlidrel, un mensajero mago natonocturno de la Primera Arcanista, quien lo hizo sudar mas de lo normal y lo dejó nervioso cuando le dice que el concilio requiere su presencia.

Los niños molestos y tristes le piden al natonocturno que no se lo lleve a fin que termine de contar su historia mientras protegía a la Reina Zandalari. Pero Lorlidrel se lamenta de que tiene asuntos importantes por atender y que regresen a sus estudios en lugar de estar haciendo tonterias.

En su llegada a la Fortaleza Grommash, Zekhan empieza a describir la presencia de cada lider miembro de la Horda. Thrall, Gazlowe, Baine, Thalyssra, Lilian, Ji, Lor’themar y Rokhan.

Ji Firepaw el monje Huojin, felicita a Zekhan por su participación en la protección de la Reina, pero el troll sigue diciendo que estuvo alli en el momento correcto, casi por accidente. Thrall elogia el hecho como un acto heroico, ya que sin pensar, como un instinto honorable, recibió la herida de hacha por la Reina. Pero, Lor’themar en broma, le dice que por eso será castigado, provocando el ambiente de tensión entre ellos y poniendo mas nervioso al pobre de Zekhan.

La Primera Arcanista Thalyssra se encarga de decirle el motivo de su llamado. El Consejo de la Horda ha decicido nombrar a Zekhan «zappy boi» como Embajador de la Horda en Zandalari.

Zekhan se niega la principio ya que menciona nunca ha sido embajador ni tiene talento ni experiencia, pero Thrall y en compañia de Rokhan, quien le muestra confianza sobre la decisión, le deja en claro que la Reina ha perdido la fe en ellos, y aun así el la salvó de dicha situación. Necesitan que sea sus ojos, su voz y que reporte todo ante ellos, cualquier cosa estraña, cualquier situación, persona o información será util para ellos. A voz de Lor’themar no pueden perderla como aliada ya que su ciudad es estrategicamente vital como punto de embarque para sus barcos. Ademas, Zekhan no es tan bien conocido ni famoso, asi que se ajusta a las impresiones y no se espera mucho de el.

Al principio Zekhan no se siente bien con la idea de que tenga que espiar a Talanji, pero Rokhan, quien conoce a la Reina mas de cerca, le dice que ellos no la pueden ayudar si no conocen lo que tiene en mente. Una vez que Zekhan escucha la voz de su lider Rokhan, se llena de confianza y acepta, diciendo que no tiene escapatoria y terminando la reunión super exclusiva, ya que ningun ayudante ni segundos al mando o comandantes de los lideres estuvieron presentes.

Mientras todos se retiraban, Thrall y Rokhan se despedian de Zekhan, el Cazador de las Sombras le da una daga al joven shaman Zekhan para que se proteja, sabe lo envian a un lugar peligroso y que confíe tanto en sus poderes de shaman como en la daga que tiene. Zekhan le dice que no sabe como manejar armas y mucho menos pelear con una daga, pero su lider le dice que los institntos de los trolls siempre estan con ellos.

Curiosidades:

Rokhan sabe de los problemas que enfrenta el Reino de Talanji por su estancia en Zandalar durante los eventos de la Cuarta Guerra. Rokhan tiene un momento especial con su lider de tribu:

«Toma esto.» Rokhan sacó una daga de su cinturón de muchas cuchillas. Era ligero y bien equilibrado, con una serie de runas esmaltadas a lo largo del travesaño. «Te enviamos a un pozo de víboras, muchacho. Habrá más asesinos, más peligro. Puede que tengas los poderes de un chamán, pero una espada en tu cinturón significa que nunca estás desarmado, incluso cuando se gasta tu fuerza».

Zekhan tomó la daga y la acunó cuidadosamente con ambas manos. «Gracias, Rokhan, pero no sé cómo luchar bien con eso».

El troll Lanza Negra tomó su pulgar y lo presionó con fuerza contra la sien de Zekhan. «Es instinto, todo instinto. Piensa como un chamán, chico.» Él asintió a la daga. «Lucha como un soldado. Y por tu bien: mezclate como una sombra.»

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (págs. 54-55). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

Chapter Six: Stormwind

Aquí Anduin, Genn y Turalyon tienen protagonismo en el fragmento del libro. Se conoce a primera mano que Anduin instruye a Turalyon la captura de Sylvanas Brisaveloz.

El Obispo Arthur, quien tomó el cargo después de la muerte de Lontanza y a su vez la de Benedictus, recibe a Anduin en la Catedral de la Luz en Ventormenta quien se reunirá con Turalyon y Genn en las criptas debajo de la Iglesia.

Anduin, Turalyon y Genn, analizan los cuerpos de soldados de una tropa enviada por Shaw que se encargaba de vigilar la zona entre las costas de Zandalar y los Reinos del Este y que murieron por disparos certeros en puntos vitales.

Se analiza que los atacantes fueran troll zandalari por las flechas utilizadas, sin embargo, las tácticas empleadas con la firma de Sylvanas o en su defecto, los forestales oscuros.

Genn menciona que los únicos seres con gran talento y puntería con el arco que conoce están aliados con la infernal Reina Alma en Pena.

Los líderes creen que el ataque de las tropas de la Alianza podría ser una advertencia de Sylvanas. Tal vez ella envió a sus Forestales para castigar a la nueva reina zandalari. O es lo que quieren hacer creer. Sin embargo, siguen cuestionandose el motivo del por qué Sylvanas iria o enviaría tropas a Zandalar.

Genn señala que no importa cuestionar o señalar, lo que queda claro es que los soldados de la alianza que resultaron fallecidos descubrieron la verdad.

Anduin recuerda lo sucedido en Tierras Altas de Arathi cuando las familias de Humanos y Renegados se reunión en buena fe y solo recibieron una masacre a manos de Sylvanas.

Anduin nombra a Turalyon como Señor Comandante de las fuerzas de la Alianza. Su única tarea, es encontrar a Sylvanas Windrunner para que puedan llevarla a la justicia adecuada. Cazarla día y noche, dando la misma recomendación que le dio a amor Alleria, usen lo que sea necesario para descubrir que paso con esas muertes y cazar a Sylvanas.

Curiosidades:

Anduin se despide de los cuerpos lamentandose de su perdida. Genn le dice que ellos sabía lo que podia pasar y lo hicieron sirviendo al reino. Pero el joven Rey de Ventormenta dice una frase que quizas sea la llave para lo que veremos en la siguiente expansion:

«Sabían lo que era servir, Anduin. No esperaban la vida de un panadero o sastre», dijo Genn, colocando una mano apabullante en la espalda de Anduin. «Ellos sabían.»

Anduin se volvió, quitándose la mano del hombre. Sintió el frío en la médula cuando dejó la seguridad de las antorchas. «No, Genn, no creo que lo supieran. Ninguno de nosotros lo hacemos. Ninguno de nosotros sabe qué nos espera en la muerte, qué nos espera en la oscuridad sin un amanecer».

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (pág. 61). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

Chapter Seven: Dazar’alor

Zekhan llega a Zandalar, se encuentra con la Reina Talanji y es testigo del segundo intento de asesinato.

Este capitulo inicia con la corte de Talanji atendiendo las peticiones de su gente acompañada de miembros del Consejo Zanchuli, allí, se cuenta el caso de las acusaciones y señalamientos de una de las familias nobles castigadas y avergonzadas por su lazos con la traidora Yazma. Aqui un padre de familia zandalari pidiendo que fuera castigado el, pero que no hicieran daño a su hija alrededor de 17 años, ella representa el corazón de su familia y todas las esperanzas van con ella. Mientras Talanji viajaba a Orgrimmar para tratar asuntos con la Horda, el Consejo de Zanchuli, compuesto por guerreros, sacerdotes y asesores leales a talanji, había encontrado a la familia libre de todo delito, asimismo, al parecer Talanji aprueba una unión entre dos chicas zandalari.

Dentro de la corte, hay mas personas que necesitan una audiencia y entre la gente inicia el rumor del ataque a la reina y la traición de la Horda. El plan de Nathanos ha funcionado. Mientras la gente exigia respuestas y a la vez gritaban su descontento contra la Horda, aparece Zekhan. Talanji lo reconoció sin duda alguna y exigió que lo trajeran frente a ella mientras la gente lo empujaba y los guardias trataban de salvarlo. De Inmediato, Talanji cancelo el resto de la gente que solicitaba audiencia para autorizacion de acciones.

Talanji habia dejado Orgrimmar tan rápido que nunca supo el nombre del trol. Ahora le pareció un error, ya que mientras su relación con el Consejo de la Horda seguía cambiando, ese trol de la jungla había salvado su vida.

Cuando Talanji le pide a Zekhan que se presente ante ella, este le dice de forma entusiasta que viene a servir como embajador de la Horda, Embajador Zekhan. A Talanji le dio mala espina al igual que la General Rakera quien no dudó en comentar que intentaba espiar. El joven trol no lo negó, espiar, embajador, espiar, mirar, escuchar, e incluso bromeo, pero fue claro en decir que el Consejo de la Horda quiere su amistad y que no se van a rendir.

A Talanji no le agrado la idea del envio de embajador, cuando en realidad no pudo haber sido peor, ya que si hubiera ido Thrall estuvieran discutiendo sobre su amistad y lealtad con Jaina Proudmoore. Jo’nok solicitó poder aplastar a Zekhan, pero la Reina dejó en claro que estaba bajo su protección.

La Reina inició inmediatamente a analizar lo que podría hacer con Zekhan como embajador y que desventaja tenía, pero, aun así decide darle la oportunidad de probar su lealtad, donde quizas podría tener algun uso para el reino. Rakera gruñó de inconformidad, Talanji decide dar un recorrido con el nuevo invitado.

– PRIMER INTERMEDIO –

Zekhan queda asombrado de la arquitectura de la gran Piramide, sus pasadizos, salones y camaras, comparandolo con Ogrimmar y las Islas del Eco. Cuando llegan al corazón de la piramide, Talanji tiene recuerdos de su niñez, y como jugaba a ocultarse con su amiga Parri. Ese sentimiento de nostalgia se debe a que en esa cámara tambien residía su padre Rastakhan y fue alli mismo donde fue asesinado. La hace sentir pequeña, tomando una corona, solo jugando a ser una reina. Su enojo vuelve tras mencionar a la crueldad de la Alianza y su maldita bruja Jaina Proudmoore, a quien considera incluso una serpiente, traicionera y egoista. Escupe en el armisticio que el Consejo de la Horda tuvo que negociar, ya que hace que ignore el dolor de su gente que esta sufriendo.

Zekhan le deja en claro que Jaina ayudo a liberar a Baine, y ella estaba allí cuando se enfrentaron las tropas contra Azshara y que a pesar de que se llega a sentir como niña, ahora es una reina por que ha cambiado, la gente la escucha y la sigue, el lo ha visto y la Horda tambien escucha.

Talanji cree que no deberia haberse abierto con algo personal con Zekhan pero le dice que no dira nada, incluso el cuenta las perdidas de sus dos padres, uno de nacimiento y otro refiriendose a Varok Saurfang, de como le afecto cada una de las perdidas y su opinion sobre las acciones de su Alto Comandante, que no todo es perfecto, y que al menos Bwonsamdi haya ayudado en su descanso, preguntando a Talanji que si hay manera de preguntarle, al fin y al cabo son cercanos.

Talanji le dice que su relación con Bwonsamdi no es cercana. Pero Zekhan tiene dudas, pues la gente dice que el trono está atado al loa de las tumbas. Talanji se molesta, y concluye que la misma Horda sabe sobre su pacto de sangre con este. Es alli cuando inicia el atentado contra Talanji. Los rebeldes se adentraron al palación y llegaron a la camara donde solamente estaban 2 guardias, una era Mah’ral, Talanji y Zekhan, uno de los guardias murió protegiendo la entrada con su cuerpo mientra los alertaba.

Mientras el corredor se llenaba de rebeldes en busca en entrar a la camara de Talanji para asesinarla, la reina solicita el apoyo de los loa, creando un escudo protector y Mah’ral tratando de dar todas las bajas posibles de rebeldes. Zekhan se mantenia cerca de Talanji.

Talanji quería tener rehenes, pero dada la situacion de Mah’ral y que los rebeldes no querian rendirse, fue imposible. Mientras lo que estaban en el piso heridos buscando la forma de seguir atacando, uno de los rebeldes menciona que la Mordedura de la Viuda estuvo alli, señalandola de reina traidora, mientras llegaban mas, el salon empezó a ponerse mas frío, helado y plumas azules empezaron a ser avistados. Bwonsamdi habia llegado al llamado y a reclamar las almas de los rebeldes. Con la ayuda de Bwonsamdi y al descubrir que aun existen seguidores de Shadra o Yazma o ambos, llegaron los demas guardias y parte del Consejo Zanchili preguntando por su estado.

Alli es donde Talanji reconoce su problema, Thrall tenia razón, Bwonsamdi tenía razón, sus asesinos no se detendrán. Cuestionó a si misma su reinado si su gente seguia dividida. Lentamente, se volvió y miró al embajador de la Horda. La Horda. Cuando su padre murió en esa habitación, ella había estado sola, pero ahora vio a un aliado que le devolvía la mirada. Uno que ahora la había protegido dos veces. Talanji, pidió duplicar las patrullas, sellar el palacio, hablar con el consejo, y discutir luego con Zekhan.

Chapter Eight: Dazar’alor

El apodo de zappy boy se hace canon, cuando Bwomsandi lo llama de esa forma, refiriéndose que hacen buen equipo. Zekhan, queda sorprendido y nervioso de estar frente al loa de los tumbas llamarlo así, y quien era el para discutirlo, especialmente con un dios.

Zekhan pregunta que desea de él y si le puede ayudar en algo. Bwonsamdi le da las gracias por proteger a Talanji, su inversión. El joven chaman trol se ve pequeño ante la gigantesca presencia y aura oscura que emanaba. Zekhan vuelve a mencionar que siente que solo estuvo en el lugar y momento correcto.

Bwonsamdi menciona que las vidas de ellos son tan adorablemente flotantes. Vienen y van, pero algunos de ellos van y vienen de maneras más interesantes. También asegura que estar en esas situaciones hace a la gente poderosa y no siempre por inteligencia.

Zekhan dice que sus acciones ahora como embajador de la Horda tienen como finalidad hacer feliz al Consejo de la Horda y que a su vez, desea que la Reina Talanji se encuentre bien ya que está en peligro.

Bwonsamdi muestra su gratitud ante Zekhan, ya que la protegió dos veces, dándole un regalo permitiéndole tener una visión de muerte, una visión que desearía ver, pero en respuesta, el deber asegurarse de que una cosa pase.

Zekhan menciona ya había escuchado del legendario talento de los trucos y tratos de Bwonsamdi. Y aunque le cuestionó que eso no sería un regalo, el pobre de Zekhan tampoco de rehusó a negarse ya que no tenía otra opción.

El trato es que los Zandalari deben quedarse con la Horda. Ella debe sentarse con el Consejo de la Horda. Usar todo lo que sea necesario para asegurarse de que ese es el único modo. Que es lo mejor para Zandalar, y lo mejor de todo, que es lo mejor para Bwonsamdi.

Zekhan obtiene la visión de Varok Saurfang en el más allá. Una visión donde se encuentra con su hijo Dranosh, a quien guía y espera, tentativamente, quien lo recibe cuando cruza al más allá, a fin de reunirse con su esposa Remda, mientras caminan y se pierden a la vista del horizonte.

Mientras Zekhan volvía de nuevo en si después de ese trance, y Bwonsamdi lo esperaba de forma impaciente como un prisionero esperando por el veredicto del juez, el pequeño trol, lleno de sentimentalismo pregunta al loa si su padre, Hekazi o Saurfang estarán esperando por él.

Bwonsamdi le dice que si en la visión pudo ver lo que quería, y que no le podría decir quien lo espera porque arruinaría toda la sorpresa. De esa forma, Zekhan aceptó el trato desde que aceptó la visión. Bwonsamdi y el capítulo se despiden diciendo que el embajador de la Horda está caminando en huellas de gigantes, pero que mantenga los ojos abiertos, incluso en viajes grandes.

Curiosidades:

Zekhan creó una relación padre-hijo con Varok Saurfang, dicha relación creó la necesidad que haya pasado al más allá de forma correcta debido a su muerte por Sylvanas. Pero aun así, de su necesidad, intentó cuidarse muy bien los tratos y forma de operar de Bwonsamdi:

Tragó ruidosamente otra vez y miró a sus pies. «¿Cuál es el regalo?»

«No puedo decirte eso. Pero puedo decirte esto: esta es una visión de la muerte. Una visión que querrás ver. ¿Qué tal un regalo por un regalo?» La sonrisa esquelética de Bwonsamdi heló a Zekhan hasta los huesos. «Toma esta visión de la muerte de mí; a cambio, te aseguras de que una cosa suceda.«

«Si tengo que darte algo a cambio, eso no es un regalo», murmuró Zekhan.

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (p. 77). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

Chapter Nine: Arathi Highlands

Alleria tiene un sueño, una visión mientras cabalgaba dormida a lado de Turalyon y un escuadrón. En dicho sueño Alleria vagaba en un bosque marchito, arboles marchitos con ramas rotas rasgando su capa, raspandole la mejilla, rompiendo la piel y sacando sangre. Mientras intentaba cazar a Sylvanas, se transformó en la presa en su propio sueño. Allí Sylvanas aparece usando la misma magia utilizada para ganar en el mak’gora mientras la asfixiaba con un agarre helado. Aqui Alleria, logra decirle que el vacío tenía razón, que debió haberla matado (haciendo referencia al comic de las Tres Hermanas y el cinematic in-game de la Batalla por Lordaeron).

En dicho sueño, Alleria lo pasa mal ya que los susurros vuelven a enviarle frases para convencerla a que acepte el poder del vacío. Pero cesaron cuando empezó a ver a Sylvanas asesinando a Turalyon y Arator mientras se burlaba de ella diciendo que si los susurros le habian dicho acerca de eso y si le advirtieron que ese sería el costo de enfrentarse a ella, hasta que Turalyon logra despertarla.

Se menciona que aunque habian tomado caminos separados, Turalyon en la luz y ella en el vacío y oscuridad, sus vidas se han vuelto mas complicadas despues de la derrota de N’Zoth el corruptor, ya que es mayor la desconfianza de Alleria y sus seguidores ante la Alianza, pero ella no podía culparlos y mucho menos si se encuentra Turalyon a su lado.

Se vuelve a recordar la dificil y casi imposible relación entre Turalyon y Alleria e incluso por su poder; Turalyon forjado pro la luz de la naaru Xe’ra y Alleria imbuida con el poder del vacío gracias a L’ura. No hay luz sin Sombra y viceversa.

Durante su viaje, a mitad de camino Alleria y Turalyon se encuentra con la capitana elfa del vacío Celosel Nightgiver y el Teniente draenei forjado por la luz Senn le dan un informe que coincide con lo informado por Danath Trollbane sobre el avistamiento de Sylvanas acompañada de forestales oscuros en un caravana de civiles conformado por granjeros y familias.

Alleria empieza a cuestionar a todos los civiles del campamento quienes fueron reunidos mientras los jinetes cerraban el paso a cualquier punto de escape, a quien identificaron a un renegado como lider o como la voz de ellos. Alleria asegura que nadie saldrá herido y que terminarán rapido al menos que respondan sus preguntas y brinden información, ya que tiene la sensación de que alguien sabe y no quieren hablar ya que se denotan nerviosos.

Alleria empieza a tener susurros del vacío sugiriendo que los torture para obtener sus secretos y la información que desea. Aunque Turalyon desea primero hacerlo a su manera de forma pacifica con los renegados. Alleria notó que una madre orca ocultaba algo gracias a sus sentidos del vacío. Distraída, Alleria casi no vio a un pequeño niño orco saltar sobre su taparrabos, con una fina manta alrededor de los hombros que se agitaba como una capa mientras corría hacia ellos, pequeños colmillos descubiertos en el rugido de un guerrero. Alleria habla con el niño y le da unas palabras mientras regresa con su madre preocupada.

Despues de eso, el vacío le susurra a Alleria que aplique el interrogatorio a la madre orca, ella tiene información, eso se debe a que ya que no funciona el método de Turalyon y toca el turno de ella despues de haber hablado con ellos y brindarles comida.

El nombre de la madre orca es Gowzis, quien se negó a responder las preguntas de Alleria. El Vacío invadió la mente de la mujer orca fácilmente, comandado por las manos experimentadas de Alleria, guiada por su conocimiento de sus capacidades. Los Antiguos (refiriendose a los Dioses Antiguos) podrían usar el pensamiento más pequeño para volver loco a una persona, para extraer cualquier información que quisieran de un sujeto torpe y reacio. Gowzis se agarró los costados de la cabeza, jadeando, sus ojos se abrieron de golpe, brillando de repente con una luz espeluznante.

Turalyon sostuvo extendiendo una mano enguantada. Las esposas doradas, brillantes con la Luz envuelta firmemente alrededor de las muñecas y los tobillos del orco, las cadenas estallaron y la aseguraron a la tierra. El mundo se desvaneció, dejando a Alleria en la mente del orco. Ella examinó los recuerdos y los pensamientos como dedos peinando la arena, cada segundo que pasaba sumergía a la mujer en una agonía mayor. La mujer orca chilló, las lágrimas caían por su rostro, su espalda doblada en ángulos extraños mientras luchaba contra el dolor que pasaba por su mente. Hasta que el renegado habló para que se detuvieran.

Ninguno de los civiles hablaron debido a un juramento de silencio que les obligaron a hacer. El renegado se identificó como un sanador miembro de los Apotecarios llamado Cotley diciendole que Visrynn, una forestal oscura kaldorei que ahora es renegada, viajó no hace medio día con ellos hace una semana, fuera del camino cerca de Stromgarde, ella venía de Hillsbrad. Tuvo algunos problemas con su corcel; la tiró y ella se lastimó mucho la muñeca. Una mujer de pocas palabras, pero puso el hueso y lo envolvio, y luego ella estaba en camino, explicando que tenía que ir al sur y rápido a la ensenada de Faldir donde alquilaría un bote.

Despues de eso, la patrulla de la alianza les proporciona mantas de caballo y trozos de pan. Alleria ordena que se lleven a Ventormenta al Apotecario Cotley.

Alleria se calló, dejando que los refugiados susurraran entre ellos por un momento mientras Turalyon estaba de pie junto a ella, su peso a un lado, la mano izquierda apoyada en la empuñadura de su espada.
«Esto puede ser un callejón sin salida», dijo en voz baja.
Ella sacudió la cabeza, resuelta. “Danath Trollbane me aseguró que sus escoltas vieron a una mujer con capa, ojos rojos, armada. Ella estaba con un grupo de civiles». Sutilmente para que los refugiados no pudieran ver, señaló hacia el suroeste. «Los espías de la Alianza aparecieron no muy lejos de aquí, y los jinetes de Trollbane vislumbraron lo que suena notablemente como un forestal oscuro en la región…»

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (pág. 86). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

«Te diré, Zun, lo que le dije a mi propio hijo cuando recogió su primera espada y jugó a ser un soldado», dijo Alleria suavemente.

Recordó el momento como si estuviera sucediendo de nuevo: el día helado de invierno, los fragmentos de sol pálido que iluminaban el patio en el Fuerte de Ventormenta, la sonrisa traviesa de Arator mientras balanceaba la espada de madera sobre su cabeza, apuntando a una rana pero balanceándose en un pilar en su lugar. El corazón de otra mujer podría haberse hinchado de orgullo, pero Alleria solo había sentido tristeza.

“Lo que sea que te hayan dicho tus mayores, la guerra no es gloria. La guerra es ver a las personas en su peor momento y elegir protegerlos de todos modos. Vuelve con tu madre y no olvides lo que te dije.»

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (pág. 86). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

Chapter Ten: Nazmir

Se narra el deterioro de la herida en la pierna de Apari. El latido profundo en su pierna derecha era constante ahora. Nada alivió su sufrimiento, pero dejó que la alimentara, así como la sangre de los traidores alimentaría su magia ya que aplicaba sacrificios. Esta magia les ayudaría a invocar una tormenta que sería dificil navegar y permitir el acceso maritimo a la Isla de Zandalar.

Tayo juró que conocía unos huesos de sierra vulpera con el talento suficiente para quitarle la pierna limpiamente por la rodilla, pero Apari se negó. En cambio, dejó que se marchitara y se manchara con manchas oscuras, un recordatorio de que el tiempo era corto, que no podía desperdiciarse ni un solo momento.

Tayo le dice a Apari sobre los fallidos ataques contra Talanji y que no tardará mucho en que la Horda busque respuestas de lo sucedido. Apari está realizando un ritual tan viejo como el mismo imperio que consiste en una tormenta que envuelve en todo Zandalar. Además los rebeldes crecía cada día, lento pero seguramente más de los Zandalari en Dazar’alor y las aldeas cercanas.

La tormenta que fue realizada mediante rituales de invocación fue reforzada con ayuda de todos los zandalari rebeldes mediante un ritual de sangre donde participaron aproximadamente 30 trolls. En dicho ritual, Bezime, quien es miembro de una familia nombre zandalari que era seguidor de Shadra y fueron castigados por su relación con la traidora Yazma, había solicitado la aprobación del casamiento de su hija Nav’rae con Khila. Durante el segundo intento de asesinato en el Corazón de la Pirámide de Dazar’alor, fue es secuestrado y otros miembros para que pague por su traición mediante sacrificio.

Chapter Eleven: Arathi Highlands

Jaina llega al lugar donde se encontraba Turalyon y Alleria justamente mientras aplicaban su método de interrogatorio a un humano a fin de obtener información del paradero de Sylvanas. Se narra la misma forma en la que habían sometido a la mujer orca en el interrogatorio.

Se menciona que Jaina conoce sobre el manejo de la luz y el vacío, pero el método utilizado para interrogar, parecía horrible. Turalyon mencionó que ese hombre y su familia abrigaron a uno de los forestales oscuros de Sylvanas, luego la pasaron de contrabando a un barco de transporte.

En dicho lugar, se había construido un pequeño puesto de avanzada no lejos de la orilla, y un puñado de soldados de la Alianza esperaban allí, deteniéndose en la puerta. En la playa, un puñado de elfos vacíos vigilaban solemnemente a lo que parecía ser el resto de la familia del contrabandista, todos ellos arrodillados encogidos.

Jaina cuestionó a Turalyon los motivos por lo que aplicaban el interrogatorio. El Alto Exarca menciona que el padre se negó a responder sus preguntas, pero poseía una daga sospechosa que describen con un mango finamente forjado con una calavera plateada en relieve, gemas púrpuras brillando a lo largo de la empuñadura. Señalando que es una daga procedente de los Renegados. Asimismo menciona que ellos llegan aquí después de que el grupo de refugiados de la Horda y su boticario tratara a la forestal Visrynn por heridas y luego se fue a la costa.

Jaina está preocupada de la táctica o método empleado y que si el Rey estaba enterado y había aprobado lo anterior. Turalyon menciona que todo tendrá sentido a tiempo; que él ni Alleria lo lastimaron demasiado, y la Luz calmará lo que sea que lo aqueje ahora. Además de que nunca dejaría que el vacío tomara el control. Alleria menciona molesta que el rey fue bastante claro en poder usar cualquier medio necesario para extraer información y que ahora que saben que Sylvanas tiene la vista puesta en Zandalar el rey Anduin estará satisfecho.

Mientras Jaina sostiene al contrabandista, este se disculpó, porque había ayudado a la forestal que no pudo proveerles comida su familia ya que las tormentas han mantenido a los peces alejados, así que podría vender una daga tan buena a un precio tentador. Además, agregó que la forestal debería llegar a su destino antes de que la Dama Blanca (una de las lunas de Azeroth) esté llena, ya que ningún barco pasaría. Dicho fenómeno sería en los próximos 6 días.

Cuando el contrabandista terminó de mencionar el resto a Jaina mientras Alleria estaba cruzada de manos esperando, Jaina se retira muy enojada por la situación ya que no tuvieron paciencia para interrogar a los contrabandistas humanos. Jaina les dice que volvería a Ventormenta de inmediato e informaría todo eso al rey

Sin perder el sutil énfasis que puso en «todo eso», Alleria se movió a su derecha, de pie exactamente donde Jaina tenía la intención de colocar su portal. Las dos mujeres se miraron, y Jaina sintió un escalofrío en las palmas de sus manos, una advertencia de sus propios instintos de que si no se iba pronto, podrían caer en una verdadera discusión.

Alleria siente las intenciones de que Jaina la acusará con Anduin y hará cizaña de sus acciones cometidas, pero ella le responde que Todo tendrá sentido a tiempo, citando a Turalyon hace unos momentos, y que solo ella regresaría a informar al Rey Anduin de su progreso.

Se menciona que Jaina no confía en el Vacío y que no se podía confiar en nadie prácticamente poseído por él. Y se cuestiona la justificación de los métodos utilizados en nombre de Anduin a fin de obtener información útil hasta ahora en la campaña para cazar a Sylvanas.

Al momento de llegar a Ventormenta, se encuentra con Anduin y Genn quien tenía en la mesa de guerra con mapas y un montón de libros y cartas. Cuando Anduin ve Jaina espera que le cuente buenas noticias.

Al escuchar la historia del contrabandista, Anduin se alegró de obtener información, y menciona en solicitar los servicios de Mathias Shadow, ya que es la mejor opción para perseguir dicho bote donde va a bordo Vysrynn. Genn estuvo de acuerdo, pero señalo si la mejor opción era enviar una fuerza mayor, pero Jaina recuerda que por el armisticio, no deben arriesgarse a alertar a la Horda de su presencia en Zandalar, ya que si ven sus barcos cerca o llegar a tierra podría verse como un acto de agresión. El armisticio es demasiado frágil y no pueden sobrevivir a otra guerra en ese momento.

Al final, Jaina decide contarle a Anduin lo que Alleria y Turalyon hicieron, que son acciones que no representan a las tropas y fuerza al servicio de su corona, Anduin responde que es por un bien mayor para la Alianza y que les había dado permiso para hacerlo, diciéndole que deben tomarse decisiones difíciles, y confía en que Turalyon y Alleria sepan dónde está la línea de la decencia y no la crucen. Justifica sus acciones por los actos cometidos en contra de la Alianza, los perdidos en la guerra, lo de Teldrassil o Lordaeron e incluso el mak’gora, e incluso hace referencia a su actuar después de lo sucedido en la destrucción de Theramore.

Despues de esa charla, Anduin y Jaina empiezan a tener una ligera platica de todo lo que ha sucedió y como los ha hecho cambiar para bien y para mal en alguna parte de su vida.

Chapter Twelve: Atal’gral

Flynn y su equipo reunido se encargaron de ayudar a Mathias Shaw en un barco de su propiedad llamado The Bold Arva que lo había ganado después de apostar en los dados, en su misión de mayor inteligencia sobre la posibilidad de que los leales de Sylvanas estuvieran dentro de Zandalar.

Nota: El libro situa como titulo Atal’Gral, un santuario en ruinas del loa tiburón Gral, pero ellos nunca mencionan que estén alli, asi que quizas estén enclados cerca de esas cosas, o que estén navegando de Kul Tiras a esa zona de Zandalar.

Se cuenta de Mathias se encuentra un poco enfadado por la personalidad molesta de Flynn, ya que no para de hablar. Incluso, ellos, empieza a tomar (vino / licor) para reducir los estragos del viaje en altamar. Mathias y Flynn empiezan a tener problemas mientras navegaban debido a la gran tormenta que se aproximaba a ellos.

Cuando una ola grande golpea el barco, sacude a toda la tripulación, donde casi saca a Mathias de la cubierta si no fuera por la ayuda de Flynn, quien le dice que no tiene las piernas para el mar, o navegar en un barco en altamar, y que estaba demasiado borracho, guiándolo debajo de la cubierta.

Un relámpago golpeó el barco provocando un incendio sobre la cubierta. Habian atravesado la lluvia y las olas, dejando el barco húmedo pero vulnerable, ya que el propio Mathias sabía cuánta pólvora y brea esperaban a bordo para encenderlas y volarla al barco y sus tripulantes por las nubes

Melli Spalding una sabiomar kultirana se deslizó a través de la cubierta con espuma de agua de mar, volviendo a ellas mientras bajaba la cabeza, levantaba los brazos, y con su curiosa magia de marea traía agua que fluía por los costados del casco antes de que cayera suavemente por la cubierta. Uno por uno, los fuegos se apagaron, los vítores brotaron de los marineros cuando el Bold Arva disminuyó la velocidad, navegando suavemente fuera de la tormenta negra y azul detrás de ellos.

Mathias no tenía ganas de celebrar. Inspeccionó el mástil dañado, las velas quemadas y las provisiones para fumar, así como la creciente tormenta que crecía como un cáncer en el sonido. Habían pasado a las aguas de Zandalari, y él no pudo evitar pensar que la tormenta había sido convocada específicamente para mantenerlos alejados, preguntándose quién poseía  dicha magia como esa y en dónde los encontrarían.

Swailes, un tripulante del barco, avisa a Mathias sobre un mensaje para el  a través de un tiburón de cuerda de tecnología gnómica, ya que es apta para transmitir mensajes encubiertos incluso en el mar. Mucho más difícil de detectar que una paloma mensajera.

Flynn se queja bromeando con Mathias si siempre es así con el mientras él toma un paquete de pequeñas notas enrolladas, a lo que Shaw dice que están en tiempos difíciles y que eso no impide ser un maestro de espías simplemente porque está en un bote en altamar.

Al recibir el paquete, Mathias se retiró inmediatamente de cubierta para refugiarse en el interior el barco y ver la información que habían descubierto sus espías en el extranjero y evitar las miradas indiscretas y posible fuga de información.

Se menciona que Anduin fue el que preparó la tripulación y que había sido cuidadosamente examinada, aunque Mathias sabía que la operación se había organizado rápidamente, sin permitirle tener mucho tiempo para la observación prolongada de la tripulación.

Flynn le dice que se está comportando un poco paranoico al momento de seguir al Maestro de Espias y verlo golpear puertas y paredes disponibles en busca de polizones espías, donde después se dirigió a una cabina a leer dicho contenido en compañía de Flynn.

Flynn piensa que el contenido es de parte de su novia. Pero Mathias le dice que son informes de inteligencia de sus agentes dentro de la Horda. El hecho de que se haya firmado un armisticio con la Horda no significa que no los estén observando, agregando que solo un tonto confunde el tiempo de paz con la complacencia.

La información en dichos escritos estaba hecho en un código ilegible para cualquiera que no esté entrenado en su estilo específico de taquigrafía. Eficiente y cauteloso. No había podido integrar con éxito suficientes agentes para cubrir a cada miembro del nuevo Consejo de la Horda, pero había confiado en ellos para elegir sus objetivos una vez que llegaran a Orgrimmar.

En uno de los escritos se menciona que Narsilla Keensight, nombre en clave Lancer de, había elegido centrar su atención en Lor’themar Theron. Lancer es un viejo contacto elfo de sangre de los no coronados, no tenía lealtades con la Horda o la Alianza, sino solo con el oro, que Mathias le proporcionaba regularmente. Su inteligencia siempre demostró que valía la pena.

Con una audiencia cautiva, Mathias leyó en voz alta el mensaje, acelerando que Lor’themar pasa sus días en el estudio, aunque a menudo lo observa mirando indiferentemente a la nada, luego garabateando algo en el margen de su libro. Leyendo y leyendo alrededor de cinco días. Al lograr acceder a uno de sus tomos cuando se fue a cenar, parece que está componiendo poesía o notas de una naturaleza más íntima.

Nota: El papucho de Lor’themar ya se estaba preparando en escribir su poesía y visitar la gran ciudad de Suramar a petición de Thalyssra y es justamente lo que vemos en “Un momento en verso”

Liga del cuento corto: https://worldofwarcraft.com/es-mx/story/short-story/a-moment-in-verse

deviantart.com/cutichan

Ademas de la poesía, el informante le dice sobre el intento de asesinato de Talanji en Orgrimmar. Flynn Fairwind menciona que eso explica el problema de las tormentas a lo que Mathias acepta molestamente razonable.

Se menciona que otro de los espias de Mathias es un goblin llamado Krazzet el Obispo. Flynn lo reconoce por ser un pequeño y espeluznante que le gustaba jugar y apostar con frecuencia en Puerto Libre y que con el perdió a su viejo loro BongBong en un juego de cartas. El origen de su apodo el Obispo es por un juego de palabras por una anecdota.

Krazzet informa que la Horda envió a Zekhan como embajador de la Horda en Zandalar. Cuestionando su lealtad a la Horda.

A diferencia del otro agente mencionado, Narsilla Keensight, Shaw señala que la lealtad de Krazzet no se pagó en oro, sino en una cantidad excesiva de loros.

Al final, Melli interrumpe el momento tocando la puerta, poniendo furioso a Mathias y provocando risas en Flynn, donde se les informa que se aproximaba otra tormenta, y le habla sobre el clima, ya que no es algo al azar, y no le parecía ser magia a la vez. Señalando que es como si alguien supiera donde estaban y les enviaran las tormentas.

Curiosidades:

Flynn se nota interesado de forma morbosa por seguir escuchando el poema de Lor’themar. (XD)

Narsilla Keensight, nombre en clave Lancer, había elegido centrar su atención en Lor’themar Theron.

Lancer, un viejo contacto elfo de sangre de los sin corona, no tenía lealtades con la Horda o la Alianza, sino solo con el oro, que Mathias le proporcionaba regularmente. Su inteligencia siempre demostró que valía la pena. Con un audiencia cautiva, Mathias leyó en voz alta el mensaje, acelerando.

Lor’themar pasa sus días en el estudio, aunque a menudo lo observo mirando indiferentemente a la nada, luego garabateando algo en el margen de su libro. Leyendo. Leyendo.

Esta fue la forma en que un agente marcó el tiempo de inactividad cuando no ocurrió nada notable.

Otros cinco días de lectura. Seguir leyendo. Sin progreso. Por fin logré acceder a uno de sus tomos cuando se fue a cenar. Parece que está componiendo poesía o notas de una naturaleza más íntima.

Al lado de un pasaje sobre la energía sagrada, escribe: «Mi lirio de anochecer se inclina más cada día hacia el sol».


Fairwind se echó a reír. “¿Lirio de Anochecer? Hm. Estoy confundido. Confundido pero encantado. ¿Hay más?»

Chapter Thirteen: Nazmir

En este capítulo se narra el encuentro de las fuerzas de Sylvanas en Nazmir presumiblemente cerca del santuario del loa Krag’wa lideradas por Nathanos acompañado de Sira, Visrynn y otros forestales oscuros con la Bruja Apari, Tayo y demás seguidores trols zandalari rebeldes a fin de recibir el pago de su pago

Inicia mientras Sira narra su experiencia al esperar en el pantano de Nazmir al acompañar a Nathanos y otros forestales oscuros cuando esperan a sus aliados para saldar cuentas. Sira está experimentando que ahora notara cualquier la vida en todas sus formas, sonidos y sensaciones extremas que no ponía atención anteriormente. Se dice que Nathanos utiliza seguido una colonia a fin de evitar los insectos y ocultar su olor de vivo o muerto.

Se menciona que  de alguna forma a Sira le agradaba un poco la bruja Apari por que ambos habían sido traicionados por loúcio que siempre había definido sus vidas. Para Sira, era su adoración a la diosa Elune. Para Apari, fue su lealtad a la corona Zandalari.

Por la gravedad de su lesión, Apari navegó por el pantano con destreza. Se encontraron en un claro no lejos de las arenas, el líder de la Mordedura de la Viuda llegó con su mascota con garrapatas bulbosas en el hombro, un pequeño séquito de doce o más guardias, y su siempre presente teniente, la alto y troll de pelo negro llamada Tayo.

El cabello blanco de Apari estaba cubierto de barro para ocultar su identidad. Ninguno de los trolls vestía las túnicas blancas y negras distintivas de la insurrección, sino más bien trapos y armaduras indescriptibles.

Apari se refiere a Nathanos como el “jinete pálido”. Nathanos expresa su enojo por hacerlos esperar, aunque entiende que debe haber sido difícil dada sus limitaciones, pero que no pueda suceder la próxima vez. Ya que tiene la necesidad de mantener las cosas en secreto.

Durante su encuentro, Apari y Nathanos discuten sobre la forma de pago y el reclamo de un pago justo por su alianza.

Nathanos le pide a Visrynn para que colocara un cofre como botín de pago para los rebeldes. Dicho cofre contenía una colección de gemas, joyas, placas de collar de metal bellamente martilladas, pequeñas banderas de espíritus raros y dagas.

Sira menciona que fue testigo al momento de preparar dicho pago y le pareció un poco excesivo. Sin embargo, al memento de que Apari revisa el cofre y su contenido, lo rechaza ya que menciona que no es lo suficiente ni lo justo.

Apari menciona que uno de los mensajeros de Nathanos le dijo que quería matar un loa, a Bwonsamdi, y que no puede sin la ayuda de los rebeldes zandalari. Esa idea le agradaba a Apari. Ella le informa que no es una tarea fácil, ya que debe ser debilitado primero. Los creyentes y el tributo mantienen fuerte y Bwonsamdi no es la excepción, pero sin seguidores fieles será vulnerable. Menciona que los santuarios del loa de la muerte estarán protegidos por una poderosa magia, el tributo que necesita Apari de Nathanos disipará esa magia. Señalando que requiere algo precioso algo valioso para algunos, pero no para él. Nathanos debería renunciar a algo doloroso, algo irremplazable.

Nathanos le da su insignia que le había dado Sylvanas que demostraba ante todos su elevado rango de Señor Forestal de los Errantes. Sira molesta, le dice a Nathanos que no ceda ya que mostrará debilidad. A lo que Nathanos más enojado que nunca ante la desobediencia acumulada de Sira le dice que guarde silencio o que él le enseñará.

Nathanos le dice a Apari que lo que le da para el ritual no es una baratija. Si no logra destruir los santuarios del loa como ella lo promete, habrá graves consecuencias. Es posible que haya invocado unas pocas nubes frente a la costa (haciendo referencia a la tormenta alrededor de Zandalar), pero el pago de esa pertenencia querida exige resultados.

Al final tienen un acuerdo.

Curiosidades:

  • Apari menciona la forma de matar a cualquier loa, incluso a Bwonsamdi.

«Tu mensajero dijo que querías matar a un loa». Apari asintió con la cabeza. Sus ojos se iluminaron, la idea claramente la excitaba. «Quieres matar a Bwonsamdi, pero no puedes, no sin nosotros. No es una cosa fácil, lo que preguntas. Debe ser debilitado primero. Los creyentes y el tributo lo mantienen fuerte, pero sin seguidores fieles será vulnerable. Sus santuarios estarán protegidos por una poderosa magia, el tributo que necesito de ti disipará esa magia.»
Nathanos la apresuró, llegando finalmente a un estado de visible impaciencia. «Continua.»

  • Un objeto de gran valor sentimental contiene demaciada energía que sirve como tributo para realizar ese tipo de mágia.

«Requerirá algo precioso», continuó. Señalando a Visrynn y el arcón, agitó la mano y se encogió de hombros. “Eso puede ser valioso para algunos, pero no para ti. Debes renunciar a algo doloroso, algo irremplazable».
«Lo que ofrecemos debería ser más que suficiente». Nathanos se mantuvo firme. «No estás en condiciones de negociar».

  • Nathanos le da a Apari su insignia de Señor Forestal de los Errantes de Lunargenta.

Antes de que Nathanos pudiera ceder y someterse a sus demandas, Sira lo tomó por el codo, bajando la voz e inclinando la cabeza hacia él. «Espere…»
Pero ya estaba sacando una cadena de debajo de su pesado abrigo negro, una insignia verde y dorada, deformada y desteñida con el tiempo, colgada del collar empañado. ¿La insignia de un oficial? ¿Un remanente de una guerra olvidado hace mucho tiempo? Sira no pudo decirlo. Nathanos y Sylvanas habían servido una vez a Lunargenta, tan dotado tácticamente que lo habían elevado al rango de señor forestal en los Errantes, un logro que ningún otro humano había logrado.

Chapter Fourteen: Orgrimmar

Thrall volvió a recibir noticias de Yukha mientras comía. Ya había recibido noticias de Zekhan en Zandalar de que los asesinos que habían venido después de la Reina Talanji en la fiesta del Consejo habían vuelto a atacar. Estaban lo suficientemente organizados como para tomar un nombre, la Mordedura de la Viuda, y habían logrado herir a varios guardias en el palacio antes de secuestrar a dos civiles.

Se conoce el nombre de los dos hijos de Thrall, llamados Durak y Rehze.

Se conoce que durante su estancia en Orgrimmar decide vivir en una casa modesta en el Valle de los Espiritus.

Yukha le dice a Thrall en su misión de misionero a Nordrassil diciendo que la Guerrera Nocturna Tyrande acepta verlo con la condición de que debe llevar lo que se debe (haciendo referencia a la cabeza de Sylvanas).

Thrall pregunta a Yukha sobre el estado y aspecto de Tyrande, a lo que le dice que su ira no ha disminuido.

Thrall pide a un joven orco que llame del Consejo a Calia Menethil y Baine Bloodhoof de forma inmediata. Yukha pregunta si esos dos líderes son los indicados para asistir a esa reunión, ya que quizás Calia y Baine podrían recordar algo de Sylvanas en Tyrande a su manera. Thrall pregunta si eso le molesta, a lo que Yukha responde que sería mejor que fuera solo con él.

La mitad del Consejo de la Horda ya está convencido de que Thrall podría tener una emboscada en Nordrassil.

Thrall dice que podría ir solo, que el chamán Yukha podría quedarse, pero Yukha menciona que sin su ayuda, el Guardián de la Tierra estaría en la ruina. Yukha negoció su paso seguro con los druidas que protegen el Árbol del Mundo, pero tendría que escoltar a Thrall y a tus compañeros elegidos. También menciona que Tiala le aseguró el pasaje hacia el Árbol del Mundo donde permanecería a salvo para ellos. Yukha estaría allí para guiarlos hacia la ubicación de Tyrande, después de eso, estaría solo.

Thrall tiene en mente que Tyrande Whisperwind y Malfurion Stormrage deseaban algún gesto, alguna remuneración por los crímenes de guerra en Teldrassil y aunque él no había sido parte de la guerra de la Horda que condujo a la atrocidad y quizás, por eso, Tyrande y Malfurion estaban dispuestos a reunirse con él. La inocencia en un crimen específico se sentía como un escudo débil.

– Interludio-

Thrall, Baine Bloodhoof y Calia Menethil volaron de Orgrimmar a Valormok en dracoleones. Una vez que llegaron aquí, cambiaron sus monturas a hipogrifos y continuaron hacia Nordrassil. Calia se impresiona de la belleza de Nordrassil. Baine se refiere al árbol del mundo como La corona de los cielos. Al llegar se quedan maravillados por la hermosa vista y naturaleza cerca del árbol, el lago y su alrededor.

Thrall advierte a Baine y a Calia que tengan cuidado con las palabras a usar. Baine está de acuerdo, y que prefieren escuchar, ya que hablar en ese momento solamente revivirían algunas heridas. Los miembros del Consejo empiezan a notar un ambiente sombrío entre toda la naturaleza y armonía que se encuentra alrededor. Thrall menciona que no accedería a este encuentro si el reino espiritual no estuviera en problemas.

Malfurion, Tyrande en su estado de Guerrera de la Noche, se presentaron ante el Consejo de la Horda acompañados de Maiev y Shandriss.

El ambiente se encontró tenso. Yukha habló sobre el inicio de la charla debido a los problemas encontrados tanto por el Anillo de la Tierra como los druidas de Claro de Luna. Thrall tomó la palabra y agradeció por aceptar la reunión, mencionó que Yukha y otros miembros sienten una siniestra interferencia en el reino espiritual. Sus muertos no están pasando como deberían y no hacen caso a los chamanes que intentan guiarlos.

Ninguno de los elfos ni siquiera parpadeó.

Thrall continuó explicando  enojándose un poco que Yukha le informó que las sacerdotisas elfas de la noche han hecho descubrimientos similares. Sus mejillas ardían con la indignidad de su recepción. En días diferentes, días más jóvenes, no habría soportado el insulto.

Los elfos seguían quietos, rígidos y en silencio. Thrall miró a Tyrande a los ojos una vez más notando el aura hipnótica oscura.

Thrall menciona a Tyrande que trae lo que les debe, una sincera disculpa de la Horda. Mencionando que aunque no hay una voz de Jefe de Guerra si hay la de un Consejo, a fin de que no vuelva a pasar que una sola persona obtenga tanto poder y que abuse de ello, cómo lo hiso Sylvanas al asesinar a su gente. Por ello trae a Baine y Calia por que comprenden el dolor que les provocó también a la Horda.

Shandriss, es la primera en hablar de ellos y menciona que Thrall entenderá sus dudas, incluso las promesas hechas por sus propios aliados se han roto. Shandria escucharía más de lo que Thrall ha ido a decir, pero no puede ya que anhela la justicia tanto como la sanación de los elfos de la noche.

Maiev se burló, advirtiendo a Shandriss de las palabras melosas de Thrall bajo su propio riesgo, ya que unirse a la Horda para cazar a Sylvanas terminaría en el acto con una nueva traición a su alianza de cooperación, provocando una risa en Tyrande.

Shandriss señala a Maiev que ella cree que la justicia es acción. Iniciando una discusión entre las elfas de la noche. Maiev reclama preguntando de quien sería esa acción y si venía de la Horda. Esa justicia no será suficiente solo porque Sylvanas la reciba, ya que ella no estaba sola cuando Teldrassil ardió.

Aunque Thrall puntualizó que Baine fue prisionero por oponerse a Sylvanas y que no toda la Horda estuvo con ella ese día, Maiev le dejó muy en claro que ella era la jefa de guerra, ella representa la facción, su voz y sus actos son de todos y que ahora crearon un consejo, dispersando la culpa, escondiéndose detrás de revisiones cobardes de una historia que no será olvidada.

El calor de la discusión subía como espuma. Baine cuestionó como sería su justicia, si era necesario quemar Cima de Trueno, Orgrimmar, o si era necesario la muerte de los inocentes para mitigar y calmar su dolor, finalizando que el dolor solo traería más dolor.

Thrall menciona que Saurfang pagó las consecuencias por oponerse a Sylvanas. Calia tomó la palabra para decir que estos desacuerdos son una distracción ya que sus lados divididos solo los impiden detener al que dio la orden.

Maiev buscaba los rostros de Tyrande y Malfurion por una respuesta, sin embargo Shandris replicó que si pudieran aceptar un entendimiento temporal eso no exoneraría por completo a la Horda.

Tyrande demando silencio. La Hordo notó que luna empezó a crecer en el cielo o que de alguna manera se estaba acercando de forma amenazante. Malfurión le dice que aún no es el momento. Que la reunión fue una locura y que los deje ir. Tyrande se rehusa al poder hablar de una vez por todas con Thrall.

Tyrande reprocha y niega la disculpa de Thrall, además de indicar que no cree en que la Horda haya cambiado. Tyrande menciona que aunque ella haya encontrado la justicia y haya sanado a su gente, el reclamo y sed de venganza de los elfos contra la Horda sucederá en alguna generación de una forma u otra.

Yukha silencia las intenciones de Thrall y los miembros en hablar ya que las intenciones de Tyrande en querer a atacar a los miembros del Consejo eran más claras y evidentes que sucedería en cualquier momento, indicando que la reunión fue un gravísimo error y que nunca debió llevarlos allí.

Baine y Calia permitieron que Yukha los acorralara de regreso hacia el camino de agua sólida brillante. Thrall permaneció, solo dando pasos lentos y cuidadosos, sin mostrarle a Tyrande la espalda. Para su problema, Tyrande dirigió sus últimas palabras a él y solo a él diciendo que encontrará que la justicia es menos dulce que la lamentable excusa por el castigo que enfrentó, y cuando llegue esa justicia, no habrá armisticio que lo salve.

Thrall con toda sinceridad le dice a Tyrande que le llevará lo que le debe, sin palabras ni promesas, sino la cabeza de Sylvanas Brisaveloz. Tyrande presenta ante Thrall el menor rastro de sonrisa en su rostro diciéndole que lo haga, de lo contrario, que nunca vuelva o trate hablar con ella otra vez.

Curiosidades

Tyrande deja en claro que ella y los elfos de la noche tendrán conflicto por venganza contra la Horda en el futuro.

Tyrande descruzó las piernas y se recostó en el banco, sacudiendo la mano de su esposo con una mueca apretada. Y luego, de repente, le importaba mucho hablar.

«Cuando has lavado los cuerpos de mil kaldorei quemados y rotos, cuando has caído de rodillas y besado los pies de mil almas de luto, cuando los mires a los ojos y les digas ‘nuestra Horda ha cambiado’ y ellos te crean, solo entonces aceptaré tus disculpas y te trataré como a mi igual.» La voz de Tyrande, afilada como el acero, sacó el aire del claro. “Mis hermanos aquí pueden estar dispuestos a entretener sus promesas vacías de justicia y ayuda, pero lo sé mejor. He aprendido mejor”.

Luego se puso de pie, y Thrall se preocupó de que la luna realmente pudiera caer del cielo y aplastarlos por orden de Tyrande. Sus ojos, aunque negros, brillaban de alguna manera, la furia de Elune ardía más fría y brillante a lo largo de su piel con cada palabra. El claro en sí mismo se volvió gris y casi muerto, como si por su voluntad hubiera sacado la vida de todo a su alrededor, marchitando los árboles y destruyendo las flores y la hierba en polvo.

«¿Cuántos huérfanos creó tu Horda ese día?» Tyrande cortó la palma de su mano en diagonal sobre su cuerpo. “Esos niños crecerán, se despertarán cada mañana saboreando cenizas, y un día vendrán por ti. Oh, vendrán por ti y te harán probar esa misma ceniza, y entonces conocerás su justicia.» Se sentó de nuevo, como si estuviera sin aliento. La luz regresó al claro, y las plantas a su alrededor eran verdes y vibrantes una vez más.

«¡Rápido!», Yukha murmuró, tratando de reunirlos. «Debemos irnos. Esto fue un error; No debería haberte traído aquí.»

Baine y Calia permitieron que Yukha los acorralara de regreso hacia el camino de agua sólida brillante. Thrall permaneció, solo dando pasos lentos y cuidadosos, sin mostrarle a Tyrande la espalda. Para su problema, Tyrande dirigió sus últimas palabras a él y solo a él.

«Encontrarás que la justicia es menos dulce que la lamentable excusa por el castigo que enfrentó, y cuando llegue esta justicia, no habrá armisticio para te salve».

Chapter Fifteen: Dazar’alor

Un capitulo que es complamente de Talanji y Bwonsamdi nuevamente. Aqui inicia en el cuarto de Talanji quien tiene una pesadilla, un mal sueño de Talanji de Shadra con la muerte de Bezime a manos, el padre inconsolable que había ido a suplicar la indulgencia a la reina para que floreciera un matrimonio joven. Pero la Mordedura de la Viuda lo había sacado del palacio durante una de sus incursiones en la ciudad cuando Zekhan pudo protegerla. Las patrullas de Talanji informaron que encontraron el cadáver de Bezime en el borde de Nazmir, carbonizado casi irreconocible.

Se menciona que Talanji ha tenido pesadillas frecuentemente y sabe ella misma que lo que ve en su sueño, no es real. Talanji despierta de su pesadilla al llamar inconscientemente a Bwonsamdi y nota que los problemas que ha tenido últimamente le ha afectado física y mentalmente.

Bwonsamdi le dice que su sueño se sintió real porque su culpa también lo es, refiriéndose que afuera del palacio hay más problemas y que debe tomar cartas en el asunto pronto. Talanji sabe que el loa tiene la razón y lo nota tembloroso, translucido, como si solo estuviera medio presente.

Talanji ha enviado soldados a patrullar la jungla a fin de encontrar a los miembros y líderes de la Mordedura de la Viuda. Sin embargo, las acciones de la Reina no han tenido los resultados deseados, no porque haya estado inactiva, ya que todos los días discutía y analizaba nuevas estrategias y enfoques con su consejo.

Tenían una fuerza y recursos superiores, pero su propia tierra trabajaba en su contra. La Mordedura de la Viuda podría usar la jungla para permanecer escondidos, su número disperso era una ventaja contra un ejército esparcido por el tamaño de Zuldazar. Y muchos, incluso en la ciudad, lo sabían, seguían sospechando de su gobierno. Esos oídos comprensivos podrían convertirse en bocas comprensivas, difundiendo las mentiras y el terror del grupo, devorando la estabilidad del gobierno de Talanji.

Talanji cuestiona a Bwonsamdi de qué forma puede detener la amenaza si no los puede ver, no tienen fortaleza ni siquiera campamentos. A lo que el loa de la muerte le responde que la atacan por el pacto que ha realizado y que creen que el la controla, temiendo en lo que puede llegar a ser la Reina de los Zandalari en la Reina de la Muerte. Un duelo de miradas surgió entre los dos. Talanji le dice que no es su reina, a lo que Bwonsamdi riéndose le dice que lo comunique a su gente para que lo sepan.

Se menciona que están quemando los santuarios de Bwonsamdi, rompiendo la magia que los protege, matando a sus sacerdotes. Si queman muchos más, el loa de la muerte no le será de mucha ayuda. Un loa no es nada sin creyentes y oraciones.

Talanji nota el debilitamiento de Bwonsamdi y el de ella misma viendo su translucidez de sus brazos en la luz del fuego de los braseros de su cuarto. El loa le dice que comparten un vínculo, un destino. Si no tiene seguidores, si no hay tributo ni fe, desaparecerá para siempre. Su fuerza se debilita y unidas, la fuerza de Talanji y su vida también se ira con él.

Al parecer, Talanji ha estado sufriendo de diferentes síntomas como cansancio, dolor en el pecho, escalofríos, donde Bwonsamdi le asegura con un tono de voz miedoso que se pondrá peor si ella no lo protege.

Talanji pregunta a Bwonsamdi porque no le puede ayudar y este le dice que ya tiene soldados, y que podría tener muchos más con la ayuda de la Horda. Por supuesto. Ese embajador Zekhan no dejaría de presionarla para que regresara a Orgrimmar y aceptara un lugar en el nuevo Consejo de la Horda. Necesitaba tropas y barcos, no promesas vacías. Pero su terquedad no apagaba el fuego, y el Consejo de Zanchuli no había ofrecido soluciones, solo repetidas preocupaciones. Depende de ella. Siempre dependía de ella. Y ahora su vida estaba en juego.

Talanji vuelve a mencionar tercamente que no aceptará la paz con la Alianza, pero que pediría la ayuda de la Horda. Bwonsamdi le vuelve a dejar en claro que un ataque a él es un ataque a ella, si los destruyen a los dos, no habrá quien proteja a Zandalar.

Talanji quiere hacer un trato con Bwonsamdi. Ella aceptará la ayuda de la Horda tragándose su orgullo a cambio de librarse de su vínculo con Bwonsamdi. El trato de Rastakhan. Ya no lo quiere más, su vida es de ella, no atada a ninguna otra. El loa le dice que no es necesario ya que obtendrá su reino  y su vida, más que justo con un tono que desaprueba el trato diciendo que no es posible.

Talanji pregunta el motivo por el cual no se puede deshacer el pacto de rastakhan con bwonsamdi, y si llega a pasar la llegaría a matar. Bwonsamdi le dice que no pasaría eso, pero que lo lamentaría, ya que ella tiene al loa de las tumbas de su lado, la lealtad de un dios, respondiéndole si realmente pensoq ue no habría inconvenientes al respecto.

Bwonsamdi estaba tan enojado por la postura de Talanji que le entre sus reclamos le menciona que debería estar afortunada de trabajar con él y no con otro loa ya que Mueh’zala la comería viva. Incluso la mención del nombre del otro loa hizo que la imagen de Bwonsamdi vacilara y se volviera borrosa. Pero Talanji le dice que incluso a él lo desafiaría diciéndole lo mismo.

Bwonsamdi cierra el trato con Talanji. Ella deberá proteger sus santuarios, mantenerse a salvo, y cuando vuelva a ser fuerte su pacto dejará de existir. Recuperarán sus vidas, despidiendo que se arrepentirá ya que es posible que a Talanji no le guste lo que significa estar completamente solo.

Chapter Sixteen: Dazar’alor

Zekhan asiste a una reunión de emergencia convocada al amanecer para abordar la creciente amenaza de la Mordedura de la Viuda. Nunca antes se había presentado oficialmente frente a una multitud de extraños importantes, y la presión lo apretó en todas direcciones. Zekhan quería hacerle saber que Talanji necesitaba ayuda de la Horda, la Horda quería dársela, y simplemente tenía que estar convencida de que sus venganzas personales importaban menos que la seguridad de Zandalar.

Talanji menciona que La Mordedura de la Viuda les haría creer que están en todas partes y en ninguna, Pero eso no sería cierto a ojos de la Reina, diciendo que cometieron un error. Ahora saben lo que quieren: quieren debilitar a Bwonsamdi porque creen que eso la debilitará.

Seguirán apuntando a lugares de poder de Bwonsamdi. Sus santuarios, por supuesto, y lo más importante, la Necrópolis. A lo que discuten de que si son protegidos, la mordedura de la viuda se verá obligada a entrar en conflicto abierto. Zekhan comenzó a aplaudir, se emocionó, pero se dio cuenta de que estaba solo al hacerlo. Recordó que la razón por la que estaba allí era para que gestionara su alianza con la Horda.

El jefe de la tribu Lanza Negra había llegado pocas horas antes del amanecer, alarmado por lo que había leído en los mensajes de Zekhan. Una tormenta brutal había comenzado a rugir frente a la costa, el camino intransitable por mar, el aire era la única ruta disponible. Incluso eso era peligroso. Una de las máquinas voladoras de Gazlowe había podido dejarlo de forma segura en el puerto, pero solo, dañada por la electricidad que se acumulaba en las nubes, estrellándose en alta mar en el momento en que Rokhan puso un pie en tierra firme. Rokhan dice estar de acuerdo con su evaluación, invitando a enviar las patrullas inmediatamente, ya que los ataques y defensas de la ciudad la han hecho parecer incompetente y débil.

La druida de guerra Loti concuerda en que deben atacar y que la amenaza rebelde termina ese día de la reunión. Natal’hakata indica que deben reunir las fuerzas para dicho acto ya que la Necrópolis es vasta, con muchos túneles donde pueden esconderse pequeñas arañas; se necesitarán una gran cantidad de recursos para asegurarlo.

Fue allí el momento clave para la intervención del embajador de la Horda. Una vez solicitando la palabra absolutamente nervioso, Rokhan se la otorga.

Zekhan, se dirigió corriendo al centro de la cámara y le hizo recordar al Fuerte Grommash  y a Varok colmillosauro. Ya que si tendría éxito de lo que dijera, podría salvar muchas vidas de los guerreros zandalari e incluso de la misma horda si Talanji decide unir fuerzas con ellos.

Nuevamente, el asunto de Zekhan y Talanji de que recibirá la ayuda de la Horda para proteger a Bwomsandi siempre y cuando se presten para atacar a la Familia Valiente en Kul Tiras.

Zekhan continua intentando convencer al decir que es mejor tener la oportunidad de escribir el final de esa conflicto con una victoria a que la gente de Zandalar sea testigo de otra derrota. Talanji se digusta por el comentario de Zekhan y sus forma de convencerla al declararlo como Propaganda.

Rokhan coincide con las palabras de Zekhan y remata diciendo que sin una victoria decisiva los rebeldes podrían levantar a toda la ciudad en contra de ella.

El tortoliano Lashk que forma parte del conciclio, respondió ante los comentarios de Rokhan y Zekhan diciendo que si el gobierno zandalari realmente esté amenazado, entonces invitar a las fuerzas de la horda a regresar a la ciudad sería un error, ya que podrían ver una oportunidad de invasión.

Rokhan, cansado del círculo vicioso de respuestas de Talanji, indica que tiene dudas sobre los rebeldes. Ya que son demasiados rápidos, inteligentes y que posiblemente un loa les esté ayudando. O algo más.

Rokhan tiene la intención de averiguar dicho asunto, por lo tanto, le dice a Talanji que no tendrá su apoyo de ninguna manera hasta que sepan más al respecto, y que está de acuerdo con la idea del embajador. Una sola oportunidad.

Talanji fue tras Rokhan, El consejo estalló en discusión y todo se alborotó. Zekhan quedó mirando sobre lo sucedido y tratar de entender lo que pasó. Persuadió a varios miembros pero no a Talanji. Mientras de disolvía la sesión, Zekhan daba las gracias por escucharle.

Para eso, la voz y presencia de Bwonsamdi se hizo presente ante Zekhan. La voz lo envolvió como un tornillo de banco, arrancando toda la alegría y la ligereza de su cuerpo antes de que pudiera respirar de nuevo. Zekhan le dice que no lo hizo bien y que Talanji no confiará en él, ni en la Horda y se quedan sin tiempo.

Al final de este episodio, Bwonsamdi y Zekhan tienen una plática de amistad y apoyo para animarse y fortalecer las determinaciones e intenciones del embajador así como los objetivos del loa de la muerte.

Chapter Seventeen: Nazmir

El capítulo inicia con una conversación entre Flynn y Mathias mientras bebían al navegar en el Bold Arva. En cubierta había un convivio entre la tripulación donde cantaban y bebían, mientras que ellos dos se encontraban en la habitación del capitán.

Mathias invitaba a Flynn a unirse a la fiesta y viceversa. Flynn por ser el capitán, debe estar con su gente conviviendo. Mathias prefería quedarse en la habitación mientras leía un libro de historia de Zandalar, antigua y algo anticuado que estaba dañado por el agua. Flynn insinúa que prefiere estar con él en vez de la tripulación para que tengan tiempo de relajarse y ser ellos mismos. Ambos hacen comentarios que deben de relajarse en los convivios de cubierta en lugar de seguir trabajando.

A veces, en el Bold Arva, cuando la navegación era fluida y el trabajo del día había terminado, la tripulación se sentaba a contar cuentos y cantar, pero Mathias se mantenía en las habitaciones del capitán.

Flynn a menudo se unía a él, siempre ebrio, pero la mayoría de las noches solo tomaba sorbos para mantener fluida su parte de la conversación. Al principio, la constante compañía molestó a Mathias, pero gradualmente, como solía hacer, construyó un perfil del extraño y fascinante Flynn Fairwind.

Flynn le dice a Mathias datos sobre el pasado y niñez de forma espontánea. Le cuenta que su madre era una ladrona. Mientras escuchaban la canción de cuna de un marinero.  Mientras cuenta sus recuerdos.

Mathias pregunta sobre el paradero de su madre, pero Flynn le responde que su madre está muerta, fue ahorcada por ser ladrona, contando detalles sobre el evento de la sentencia de muerte y su reacción.

Mathias se estremeció y dejó su vino, luego giró el vaso varias veces diciéndole que ningún niño debería conocer ese sonido. Flynn le contestó que suponía que lo había escuchado antes, a lo que él le dice que sí y muchas veces. Sonido que les hacía sentir mal a ambos.

Mathias sabía que ambos habían matado la conversación, aunque sin saberlo. Pero no quería que terminara a lo que el menciona que su abuela también era una ladrona, provocando que Fairwind se atragantara con un trago de ron.

La conversación es interrupida por los pasos que se acercaban a la habitación golpeando la puerta por el capitán. Tan pronto como ambos hombres se pusieron en pie de un salto. Flynn no estaba lo suficientemente sobrio como para mantener el equilibrio mientras Mathias lo agarró por los hombros.

Mathias nunca había observado al otro hombre desde esta distancia. No se había dado cuenta de que Flynn olía tan fuerte a sal y jabón como a whisky, y la combinación era embriagadora. Su abrigo de cuero era cálido al tacto, retenía la luz del sol y el calor corporal. Requerían a Flynn en cubierta para ser testigo de lo que había afuera.

– Interludio-

Chapter Eighteen: Tiragarde Sound

Proximamente

Chapter Nineteen: Orgrimmar

Chapter Twenty: Zeb’ahari

Chapter Twenty-one: Dazar’alor

Chapter Twenty-two: Dazar’alor

Chapter Twenty-three: Nazmir

Chapter Twenty-four: Stormwind

Chapter Twenty-five: Dazar’alor

Chapter Twenty-six: Nazmir

Chapter Twenty-seven: Dazar’alor

Chapter Twenty-eight: The Necropolis

Chapter Twenty-nine: Nazmir

Chapter Thirty: Stormwind

Chapter Thirty-one: Stormwind

Chapter Thirty-two: Dazar’alor Epilogue

Roux, Madeleine. Shadows Rising (World of Warcraft: Shadowlands) (p. vi). Random House Publishing Group. Edición de Kindle.

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