Vol’dun es una tierra extensa y despiadada que se encuentra ubicada al noroeste de Zandalar. Las dunas de arena, las llanuras saladas y los terrenos rocosos donde se quiebran los huesos se extienden de costa a costa y limitan con Nazmir hacia el este y con Zandalar hacia el sur. No solo debes preocuparte por el peligro que supone el paisaje árido e implacable, sino también por las criaturas que luchan por sobrevivir aquí.

Vol’dun es el lugar al que se envía a los exiliados de Zuldazar a cumplir su sentencia de muerte. Pero la aparente ausencia de vida de esta tierra es apenas una fachada: hay mucho más por descubrir debajo de la superficie. La princesa Talanji ha oído rumores que indican que Jakra’zet, el general de su padre, está enviando tropas en secreto hacia Vol’dun.
El general Jakra’zet aborrece a la Horda y no es de fiar. Mientras él esté a cargo, la ciudad jamás estará a salvo. Los aliados de la Princesa Talanji no son los únicos que sospechan de sus intenciones. Es necesario hablar con los guardias, averiguar todo lo que se pueda, pero es importante ser discreto para no alertar al General de las acciones en su contra.
Lo que sea que Rakera haya descubierto fue tan importante que le valió la sentencia de muerte en las arenas. Por ello es importante dirigirnos a Vol’dun para encontrarla. No podemos permitir que lo que sea que haya descubierto sobre Jakra’zet muera con ella en las dunas.
El escuadrón de la Guardia de Espadas Kaja viaja a Vol’dun para investigar y encontrar a la Guardiana Bélica Rakera, sin embargo, fueron testigos de la alianza del General Jakra’zet con el Emperador Korthek y los sethrak en Vol’dun.
Aliados inusuales: los vulperas
Kaja es una subordinada de la Guardiana de guerra Bélica Rakera, una comandante que fue exiliada a Vol’dun por casi descubrir que el general Jakra’zet del Consejo Zanchuli es un traidor a la corona. Después el aventurero de la Horda comienza a hacer preguntas sobre Jakra’zet en Zuldazar, Kaja los convence de venir con ella y sus compañeros Guardia de Espadas Jorana y Tarkaj a Vol’dun para buscar a Rakera. Poco después de volar por la frontera hacia el desierto, sin embargo, el grupo es notado por Jakra’zet y los aliados traidores sethrak el Emperador Korthek, que dispara Kaja y al pterrordax de Jorana montados desde el cielo con su magia relámpago. Kaja es casi asesinada por el rayo, pero es encontrado por la vulpera Meerah y llevado al Escondite Vulpera, donde el aventurero pronto se reúne con ella y ayuda a Meerah y Kiro a sanarla.
Después de investigar el destino de Jorana y Tarkaj (uno está muerto, el otro desaparecido), Kaja y el aventurero siguen la pista proporcionada por el diario de Rakera y viajan al sur en la caravana de Meerah.
Peligros en el desierto
Mientras viajamos en la caravana de Meerah por los caminos trols antiguos, nuestra amiga vulpera nos dice sobre su propósito de viajar al Puerto Zem’lam al sur de Vol’dun, ya que desde hace años que los barcos no entran en su astillero y hay mas probabilidad de encontrar lo que Kiro y Nisha necesitan para atacar a los sethrak.
Ademas, Meerah nos confiesa que estos paramos en algún momento fuero la joya del imperio trol. Una jungla que rebosaba de vida… y que ahora sus restos están enterrados bajo la arena, provocando reacciones de Kaja sobre las posibilidades de que Rakera haya sobrevivido, sin embargo, Meerah dida que haya sobrevivido, ya que los trols no lo logran en Vol’dun como antes.
En el camino encuentran restos de la armadura y el escudo de Rakera acompañado de un trol en lo que queda de una caravana, este trol llamado Jorak advierte que es culpa de Jakra’zet y que Rakera fue la única razón por la que el trol zandalari exiliado sigue vivo.
Jorak nos dice que fueron atacados y dejados a morir por órdenes del General, quien contrató a Grozztok el de Corazón Negro y un grupo de asesinos de trol furiarena quienes se refugian en Atul’Aman.
En las ruinas de Atul’Aman encontramos a Grozztok y Jakra’zet buscando la manera de entrar a la pirámide, pero se encuentra protegido con una magia que jamás han visto.
El destino de la Guardiana Bélica Rakera
Después de atender la amenaza de los asesinos, Jorak se une a nuestra caravana para dirigirnos al sur en el Templo de Akunda. Meerah opta por tomar un camino largo rodeando las colinas para no atravesar el cañon, ya que existen creaturas de pesadilla de las cuales no está dispuesta a enfrentarse. Aunque Jorak se rie y duda de la historia, pero Meerah dice que son muy reales y un peligro inmenso. Ni siquiera los sethrak se atreven a ir al cañon.
Llegamos al Templo de Akunda pero las cosas parecen estar mal. Para empezar, cada seguidor debe deshacerse de su nombre y tomar el nombre de Akunda. Kaja inicia la búsqueda de Rakera, para ello nos dirigimos con trol llamado Akunda el exaltado. Como él y todos los habitantes del templo, responden al nombre de Akunda ya que cumplen un propósito, empezar una nueva vida a cambio de olvidar su memoria. Para poder entrar al Templo necesitan cumplir requerimientos del encargado para así tener la bendición de Akunda y olvidar el pasado.
Después de ayudar a eliminar diferentes amenazas cerca del templo y de ayudar a las crías de tormenteros, nos dirigimos a la Fuente Eterna solo para encontrarla envenenada. Posteriormente vamos a purificar nuestra mente en un tótem de Akunda, donde después nos reciben en templo. La purificación permitió contactar con Akunda el cual pide auxilio a través de nosotros.
Después de poder entrar al templo, encontramos a Rakera, pero no nos reconoce, además de que todos los habitantes se hacen llamar Akunda y ser parte de el, nos damos cuenta de que todos han perdido la memoria. Pero uno de ellos, tiene idea de lo que pasa y pide nuestra ayuda ya que el loa Akunda y sus seguidores están en peligro por un usurpador, quien se aprovecha del poder y de la bendición de Akunda para sus propios fines.
Para poder ayudar a recuperar el poder de Akunda debemos buscar a Meijani y adentrarnos en el valle de las Penas y recuperar fragmentos de recuerdos no deseados. Gracias a esto, aprendemos cosas inquietantes como:
El momento en el que Rakera decide desafiar a Jakra’zet.
Ser testigo de una figura encapuchada que envenena la Fuente Eterna.
Que Akunda se enferma después de beber de la Fuente Eterna.
Y de que Akunda el Exaltado subyugó al loa.
Después de ayudar a Meijani a realizar el ritual para comunicarse con Akunda, el loa pide ayuda urgente ya que un usurpador está aprovechándose de su poder a someter a todos en el templo. Luchamos contra el falso Akunda, restaurando los recuerdos reales de Akunda y los de Rakera.
Cuando Rakera recupera la memoria, nos comenta que lo que sospechaba era cierto. El general Jakra’zet tiene tropas en el desierto, a escondidas del rey. Exploran las dunas en busca de un arma para destruir el Imperio Zandalari, y matan a quien se les interponga. Sin embargo, Rakera no tiene idea de qué arma se trata ni dónde encontrarla, pero no puede ser nada bueno si Jakra’zet la oculta de los ojos del rey. Por lo que decide irse a buscarlo antes de que cumpla sus objetivos.
Una ciudad de secretos: los sethrak
Para poder partir ahora junto a Rakera y Kaja solicitamos la ayuda de Meerah para viajar en su caravana y encontrar una vieja amiga de la Guardiana Bélica, se trata de Julwaba, quien la ultima vez que supo de ella estaba haciendo excavaciones en las ruinas alrededor dela gran pirámide de Atul’Aman. Las ruinas están de camino a Zem’lan, pero en el viaje, son emboscados por tropas de Jakra’zet quienes destruyen la carreta de Meerah y corren sus alpacas despavoridas.
En su búsqueda encontraron a Julwaba en las Ruinas de Zul’Ahjin acompañado de Kiro y un sethrak llamado Serrik quien se encuentra envenenado y en malas condiciones en su travesía por las dunas. Al ayudarlo con un antídoto, Serrik nos platica que vino a estas ruinas en busca de respuestas. El lugar está repleto de saqueadores y asesinos en busca de de una llave que revelará los secretos ancestrales de la ciudad. Al dirigirnos a las ruinas en busca de estatua a la que debemos de encontrar dos gemas, esta se activa y emite un mensaje del pasado del lugar, el origen del conflicto de los sethrak entre ellos mismos.
Lo que conseguimos es una llave de Sulthis perteneciente a los Guardianes sethrak, pero solo un ser llamado Vorrik puede confirmarlo, para ello debemos dirigirnos al templo de los sethrak llamado el Santuario de los Devotos. Rakera y Kaja se unen a la causa de Serrik por que piensan que está relacionado con Jakra’zet. Serrik decide contarnos un poco de la historia de su gente, relacionándolos con una loa y una batalla contra un ser oscuro.
Al llegar al Santuario de los devotos, somos testigos de que se encuentran bajo el ataque de las tropas del Emperador Korthek y que capturaron a su lider Vorrik a quien debemos liberarlo y repeler las fuerzas enemigos. Después de ayudarlos, Vorrik nos confieza el secreto de los sethrak.
El santuario de Vorrik
Después de Vorrik nos confesara que utilizaron un sellado en Atul’Aman la cual es una tumba de un C’Thraxxi llamado Mythrax quien se enfrentó a la loa Sethraliss hace mucho tiempo destruyendo toda la vida en Vol’dun. El motivo por el cual Jakra’zet busca liberarlo para usarlo como arma y conseguir las demás llaves con ayuda de Korthek.
Gracias a nuestras acciones, 2 de 3 llaves se encuentran en buenas manos. Ahora, si se logra tener la tercera llave, podrán mantener a Mythrax en su tumbra para siempre, de lo contrario, si es liberado aniquilará la vida de todos. Todo Zandalar estará en riesgo si Vorrik no detiene a Korthek. Para conseguir la llave de Korthek, Vorrik decide tomar cartas en el asunto deja a la protección de Rakera y Kaja las demás llaves.
Para infiltrarnos en la fortaleza de Korthek es necesario ganar terreno desde la ruinas Bwoljin, desde alli seguiremos un camino a su antiguo santuario entre las montañas. Al llegar, nos encontramos que ahora es usado por los Vulpera como refugio por el conflicto que tienen contra los sethrak seguidores de Korthek y renegado de Sethraliss la loa serpiente hasta conquistar el crater lleno de infieles.
En el Santuario de Vorrik encontramos a Meerah y muchos vulperas refugiados. Nisha intenta vengarse de los sethrak infieles a quienes siguen esclavizando a mas vulperas, mientras que Kiro intenta conseguir armas para su causa. Despues de Nisha sembrara el terror entre tropas enemigas, Kiro decide quemar sus campamentos e incluso liberar a tortollanos y trols zandalari exiliados.
Ataque a los sethrak infieles en el Pináculo
Después de liberar a nuestros amigos vulpera, tortollanos y trols, Vorrik decide iniciar su ataque. Para iniciar con golpe, debemos ir a lo alto de la montaña y potenciar el bastó de Vorrikk con el poder de los pináculos de represión de los infieles. En la cima se encuentra Rakjan un Pterrordáctilo antiguo amigo de Vorrik, quien teme que por el tiempo que estuvieron alejados y las circuntancias actuales haya afectado su amistad.
Después de liberar a diferentes pterrordáctilos cautivos por los sethrak infieles y derrotar a enemgios, Vorrik se reencuentra con Rakjan el Inquebrantable, que por la edad, solo se ha vuelto más feroz y sabio. Con su unión castigarán a los infieles por la forma en que trataron a Rakjan y sus hermanos pterrordáctilos empezando con el castigo para Hrillik.
Despues de liberar la nido de Rakjan, procedemos a bombardear el Crater lleno de infieles seguidores de Korthek hasta llegar y romper la entrada del Barranco Reptante y adentrarnos al Pináculo de los Clamacielos. Una vez con la bendición de poder de Vorrik, damos inicio a la busqueda de las reliquias ancestrales de Sethraliss en las Arenas Sangradas del Templo, cumplimiento nuestra busqueda de las reliquias, la batalla final contra Korthek da inicio.
Nisha y Vorrik dan inicio al enfrentamiento contra Korthek, durante la batalla, Vorrik deja en claro su enojo y odio dado que Sethraliss se sacrificó para que ellos vivieran en paz. Sin embargo, Korthek, dió su llave a Jakra’zet quien se fue a atacar el Santuario de los Devotos en busca de las 2 llaves restantes mientras el héroe de la horda y vorrik no estaban.
En un arranque de ira, Vorrik vuelve a dejar en claro que Mythrax no puede ser controlado por nadie y que la seguridad de todo Zandalar está en riesgo. Ante la victoria de la pelea, Korthek se despide de Vorrik dejando en claro que no obligó a nadie de que lo siguieran y que su pueblo ansiaba la conquista, pero dado sus acciones y alianza con Jakra’zet, Vorrik está enojado y decepcianado por sus acciones y consecuencias por lo que no perdona a su antiguo amigo.
Atul’Aman: la liberación de Mythrax
Mientras regresamos al Santuario de los Devotos para hacer frente al ataque de Jakra’zet, nos damos cuenta que llegamos demaciado tarde. Las llaves desaparecieron y solo es cuestión para que destruyan la barrera. Rakera y Kaja sobrevieron al ataque de los asesinos furiarena y han emprendido la persecuión contra el General hasta Atul’Aman, quien tratan de impedir que Jakra’zet reviva a Mythrax el Revelador.
Al llegar a Atul’Aman nos enconrtamos con Vorrik que gracias a el y a s gente han conocido ese antiguo pasadizo durante generaciones, pero ninguno se había atrevido a entrar antes. El túnel conduce a la tumba de Mythrax el Reveleador y nos dice que incluso en la muerte, la escencia del C’Thraxxi perdura y su poder aún irradia dentro de la caverna.
Al enfrentarnos a diferentes entidades n’raqi e ignotos, encontramos a Rakera y Kaja prisioneras de estas entidades corruptoras del vacío, quienes ya habían entrado para enfrentar a Jakra’zet y evitar que levante a Mythrax de entre los muertos, mientras realiza un ritual sanguineo de invocación. Tras enfrentarnos a Jakra’zet y dejarlo mal herido, finaliza su ritual sacrificandose para revivir a Mythrax, que bajo lo sucedido, escapamos de la piramide para alertar a la Princesa Talanji de grave peligro que deben enfrentar.