Hace semanas grabamos el podcast No. 28 donde hablamos de Xal’Atath, Daga del Imperio Negro, sobre su pasado, su presente y como podría estar involucrada en el futuro.
En dicho podcast la incertidumbre se adueñó de nosotros. Xal’Atath es un personaje interesante (refiérase a la espada o a la entidad que vive en ella), llena de misterios y secretos y que a todos nos fascina por la manera en la que blizzard ha desarrollado su historia.
Durante la expansión de Battle for Azeroth fuimos testigos de la presencia Naga en diferentes zonas de la Isla de Zandalar y Kul Tiras en búsqueda de artefactos poderosos. Ahora en el parche 8.1.5 de Mareas de Venganza, la invasión naga en diferentes litorales golpean con fuerza continuando con esa misión, pero ahora con una gran diferencia, en descubrir los planes de Azshara.
El Medallón de Azshara
Cuando te enfrentas a los nagas en cualquiera de sus agrupaciones en la misión de mundo de las islas, podemos obtener de los cuerpos asesinados un disco metálico decorado. En dicho objeto se encuentra la inscripción en la superficie con escritura élfica, sin embargo no somos capaz de descifrarlo, ya que está escrito en la lengua nazja. Este objeto es el Medallón de Azshara. En ese sentido, llevamos el medallón al Coleccionista Tojo, el emisario de los Buscadores tortollanos.

Mensaje encriptado
Mas allá de que este tortollano nos recuerda que colecciona objetos de gran poder y que desea comerciar con diferentes razas en todo el mundo, excepto los nagas, Tojo nos dice que el medallón tiene órdenes encriptadas. Al parecer tienen instrucciones a los nagas de invadir las costas y obtener artefactos de gran poder, cosa que ya sabemos.

Lo interesante es que Tojo encontró un objeto similar, y nos señala a Xal’Atath, (¿Qué?, ¿Cómo? ¿Cuándo?) y nos asegura que es aterradora, provocando escalofríos e incluso nos dice que escucha sus susurros. La daga o espada fue encontrada en Atal’Gral, Santuario de Gral, el tiburón loa, y nos sugiere que la llevemos a ese mismo lugar para tratar de descubrir el plan de los nagas.

De esa forma, tomamos la daga y nos dirigimos a las ruinas de Atal’Gral donde demos de colocarla en un altar naga improvisado, donde empieza a dirigir su mirada y susurros a nosotros. Xal’Atath de una forma débil y tenue, nos susurra que necesita almas y sangre, por lo que a manera inconsciente decidimos ayudarla.
Una vez recuperada, descubrimos que Xal’Atath, se encuentra en un estado desconsolado y que fue abandonada por el sacerdote, (quiero pensar que fue el héroe de clase durante Legión), ofreciéndonos responder a muchas preguntas y con respuestas infinitas por ofrecer

La búsqueda
Xal’Atath nos dice que los sirvientes de N’Zoth se preparan para el regreso de su maestro. Planeando conjurar una tormenta implacable que purgará a todos los herejes. Para dicho ritual de invocación requieren de tres artefactos peculiares, antiguos y muy poderosos. Uno del Vacío, uno de las tormentas y uno del océano.
La reliquia o piedra del vacío es una piedra pulida que alberga una nube tormentosa de vacío en perpetuo movimiento, y que te obliga a mirarla atentamente para tratar de identificar las imágenes horripilantes que contiene. Te sientes un poco perturbado al sostener la piedra.
El Tridente del océano profundo: «Si lo acercas a la oreja, puedes oír el ruido del mar».
Clamatempestades: La corona de la tempestad. “Puedes sentir el potencial de la energía que emite la corona desde su interior.”
La Reliquia del Vacío está siendo fortalecida o corrompida por alguien en algún risco de Drusvar en Kultiras Posteriormente, Xal’Atath nos susurra lo siguiente:
Xal’atath, Daga del Imperio Negro dice: Los nagas buscan reliquias de poder para su ritual. Quieren invocar una tormenta implacable que purgará a los herejes de este mundo. Fanáticos…
Sé que puede ser… desconcertante hablar con un arma. Pero relájate. Solo quiero verte alcanzar tu máximo potencial.
De hecho, acabo de ayudar a otro héroe mortal a derrotar a la Legión Ardiente. Mi sacrificio altruista me dejó débil. Lamentablemente, ese sacerdote tuvo… poca visión.Misión: «Consecuencias inesperadas».
Pero tú… presiento que tu destino es la grandeza. Juntos, lograremos proezas sorprendentes. Cosas realmente magníficas.
Algo interesante de esta mision es que hay un dialogo exclusivo para el sacerdote, haciendo referencia su participación y uso durante la expansión de Legión.
Cuando llegamos al risco denominado Reposo del Halcón observamos que hay unos Vigías de las profundidades, presuntuosamente Maresabios. Donde Xal’atath nos vuelve a susurrar.
Aquello que buscamos está cerca. Una reliquia de energía del Vacío concentrada.
¡Allí! Esos novicios están practicando un ritual en la piedra.
Detenlos y toma lo que nos pertenece.
¿En serio cree que puede abrir la piedra? Qué tonta. Si el tiempo no apremiara, me quedaría solo para verla fracasar.
Libera la piedra del Vacío, adalid. Me dará la fuerza necesaria para encontrar las otras dos reliquias.
Misión «Consecuencias Inesperadas»
Una vez que derrotamos a Inanis, Cronista de los Susurros, liberamos la piedra del Vacío, provocando algo perturbador… Xal’atath utiliza el cuerpo asesinado de Inanis para su mejor movilidad en todo el mundo.

Sí. SÍ. Ha pasado tanto tiempo desde que tuve una forma mortal. Este cuerpo es agradable… ¿no lo crees?
Sabía que eras la opción correcta, adalid. Tu fuerza y tu coraje son… fascinantes.
Misión: «Consecuencias inesperadas».
Recuperando el tridente
Xal’Atath nos envía a Puerto Libre en Canal de Tiragarde a recuperar de un pirata, su tan preciado tesoro, un tridente que se consideraba perdido en las profundidades. Dicho objeto resguardado ha sido buscado por los nagas todo este tiempo, y ella quiere que lo recuperemos a la fuerza, obviamente.
Un Naga poderoso poseía el tridente. Ahora sus esbirros quieren recuperarlo.
Que deliciosa ironía: un pirata con un premio tan preciado… guardado como simple trofeo.
Misión: «El tesoro de un pirata».
Una vez que derrotamos a la Teniente Elsbeth Surcaolas, le quitamos su llave y podemos abrir el cofre que se encuentra alrededor de un gran botín para así quedarnos con el tridente del océano profundo. Ella nos dice lo siguiente:
No es coincidencia que nuestros caminos se cruzara, adalid. Tu destino era encontrarme. Mi destino era encontrarte.
Un gran destino nos aguarda. Seguramente tú también lo presientes.
Pero no perdamos el tiempo. Ábrete paso a las costas de Vol’dun. allí nos espera el tercer premio.
Misión: «El tesoro de la pirata».

Una corona sin reino
Después de recuperar el tridente, Xal’atath se emociona mas y nos envía a recuperar la corona de la tempestad. Dicho objeto es mejor conocido como Clamatempestades y es encontrada en Vol’dun. La corona es mucho más útil en nuestras manos que en las garras de un surcador de las profundidades de tamaño inusual. Cuando llegamos, en uno de sus rincones, en las profundidades de una cueva, nos la encontramos esperándonos, entablando la siguiente conversación:
Por aquí. Dudo que Toatana nos entregue la corona voluntariamente.
¡Ay, Toatana! No puedo creer que digas eso.
Bueno…¡eso lo veremos!
Misión: «La corona de la tempestad».
La llave de los horrores
Después de conseguir las 3 reliquias correspondientes, solo falta 1 paso para que se revele las grandes verdades. Los nagas buscaban invocar su tormenta desde un lugar que resuena con poder antiguo. Aunque este sitio ha tenido una infinidad de nombres a lo largo de los años, los mortales lo conocen como el Precipicio del Olvido. Cuando llegamos a este lugar ubicado en las profundidades del Santuario de las Tormentas en Valle Canto Tormenta.

Xal’atath ya nos esperaba en la entrada de lo que será el Crisol de las Tormentas para iniciar con un ritual del que el héroe no tiene totalmente idea de que hace:
Xal’atath dice: Hemos llegado. No temas. Este designio era inevitable.
Xal’atath dice: Una piedra para invocar la oscuridad…
Xal’atath dice: Un arma forjada en las profundidades…
Xal’atath dice: Una corona para el gobernante de todos los mundos…
Misión: «Torcer el puñal».
Después de activar los artefactos antes mencionados sucede el siguiente evento que estremece a todos:
Xal’atath dice: ¡Escúchame, dios de las profundidades! Te he traído la llave que todo lo abre… el portador de verdades… ¡libérame para forjar mi propio destino!
N’zoth dice: Ve… pero la daga debe quedarse… para servir a mi voluntad.
Xal’atath dice: Fue un intercambio justo. Que las sombras te guíen, mi querida amiga.
Xal’atath dice: Volveremos a Vernos… no tengo dudas.
N’zoth dice: He soñado con tu destino, mortal.
N’zoth dice: El momento se acerca.
N’zoth dice: Lo que estaba hundido resurgirá.
N’zoth dice: Todo lo que dormía… despertará.
N’zoth dice: Recibe mi don y todas las verdades se revelarán ante ti.
Escena: «El obsequio de N’zoth».
Graves consecuencias
De esa forma, ganamos el favor, el obsequio de N’zoth. Es evidente que acabamos de cometer un grandísimo error, el haber ayudado a Xal’atath desencadenará graves consecuencias en Azeroth. Asi que debemos ir con Talanji (en caso de la Horda) o el Hermano Pike ( en Alianza) y que nos regañan prácticamente por haber ayudado a una entidad de esa magnitud, sin haber aprendido la lección durante los acontecimientos de Uldir. Para que pueda ayudarnos a quitar la habilidad, ese «regalo» de escuchar los susurros del vacío. Visitamos a Nailok uno de los Sacerdotes de Akunda o en su caso el mismo Hermano Pike. Algo interesante es que muchos habitantes reaccionan ante nosotros haciendo referencia lo peligroso que es tener ese obsequio.